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Primera | Iniciativa contra la violencia

"El fútbol es diversión, no la guerra"

El fútbol lleva años luchando, cada vez con más éxito, para erradicar la violencia de los estadios. Dos veteranos peñistas del Real Madrid tuvieron en 2003 una feliz idea: organizar una comida con la afición rival para fomentar la concordia.Todo empezó con un almuerzo entre peñistas del Madrid y del Atleti antes de un derby (imagen de la izquierda). El partido acabó 2-2, con un gol de Albertini en el descuento, pero de aquella comida sólo salieron amigos y buenos deseos...

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<b>EL COCIDO DEL CLÁSICO. </b>Peñistas de Barça y Real Madrid posan con sus banderas antes del clásico que se jugó en el Bernabéu el 10 de abril de 2005. Tras el cocido, les tocó reír a los blancos. Ganó el Madrid de Luxemburgo (4-2).

José Luis Ramos, con una cuidada barba blanca estilo Anguita, nació hace 64 años en el corazón del Madrid castizo, Lavapiés. Con 14, allá por 1956, la familia se mudó a Cuatro Caminos. "Allí empecé a entender la magia de la rivalidad futbolística, porque aunque desde niño fui del Madrid tenía el Metropolitano a dos minutos de casa. Y ahí jugaba el Atleti". Fermín Calero, granadino de 72 años (los cumplió la pasada Nochebuena), preside la Peña madridista de Carabanchel y por su talante conciliador recuerda al difunto Luis de Carlos. "El Madrid es mi vida, pero jamás me liaría a puñetazos por defender mis colores. Eso no es fútbol".

Iniciativa.

Ambos constituyen la cabeza visible de la Federación de Peñas Blancas de la Comunidad de Madrid. Y a los dos (junto a los presidentes de las Peñas Opañel, Valdemoro, Rivas Covibar, Gran San Blas, La Paloma o La Gran Familia) se les debe una iniciativa que desde 2003 ha cambiado las tortas, las pedradas y los insultos por sopa, garbanzos y morcillo de cocido entre abrazos y brindis "por el acercamiento entre las aficiones, nuestro gran objetivo", sentencia convencido Fermín Calero.

Su colega Ramos nos rescata cómo arrancó una idea que ha puesto su granito de arena para pacificar el ambiente previo al fútbol en los estadios de Primera, sobre todo en el Bernabéu. "Un día acudimos a la sede de la Comunidad, donde Gil, Florentino y Teresa Rivero firmaban un convenio contra la violencia. Vi a varios aficionados del Atleti hacerse fotos con Florentino y me dije: ¿Si los del Atleti se abrazan a mi presidente, por qué vamos a estar de bronca con ellos antes de un derby?".

Entonces invitaron a los representantes de peñas de ese vecino que hasta ese día veían como un invasor molesto. La primera comida fue en el restaurante La Tahona, un frío sábado de enero de 2003. Allí estaban atléticos de pura cepa como Nacho Briones, Raúl y Julián. "Todos estuvieron de fábula. Nadie discutió ni se faltó al respeto. Comimos cordero, bebimos buen Rioja y al final pagamos a escote. Esa comida sirvió para sellar el pacto: el fútbol es una diversión, no la guerra. Y así seguimos hasta el día de hoy...".

Pero la prueba de fuego de estos enamorados del fútbol fumado en pipa de la paz llegó en los duelos con el Barça, el rival de los rivales. "Hablamos con Roger y con Edmundo Bazo, que es el coordinador en Torrejón de las peñas culés de la Comunidad de Madrid. Les gustó la idea y empezamos en el Bernabéu, con un cocido de la concordia. Por la noche empatamos a uno. Eso sí, con un gol de Ronaldo".

El buen clima vivido en el ágape sirvió para que la Federación de Peñas del Barça repitiese experiencia con ellos en la Ciudad Condal. Fue en el restaurante que tiene allí Fusté, vieja gloria azulgrana. "Acudió a la comida el directivo Montoliú, que ya veía venir el fin de la era Gaspart. Encima, por la noche ganamos 1-2 después de veinte años. Pero el trato que nos dieron fue exquisito", apunta Ramos con su acento castizorro.

Las buenas noticias se extienden con la velocidad del rayo y por ello ya son muchas las aficiones que se han hermanado con esta manera de entender las horas previas a los partidos. Villarreal, Valencia, Levante, Depor, Espanyol, Racing, Zaragoza o Getafe han disfrutado de ese cocidito que hace sentir que nada justifica quitarse el buen sabor de boca con una bronca callejera por una bufanda que lleva colores diferentes a los tuyos. "Sólo nos falta hermanarnos con las peñas de Athletic de Bilbao, Osasuna, Real Sociedad, Betis y Sevilla. Ojalá pronto lo consigamos", apunta un esperanzado Calero.

Un dato estadístico resulta irrefutable y revelador. En los últimos años, el Bernabéu ha sido el estadio más seguro para las aficiones rivales. Ni un autobús apedreado, ni una detención, ni una queja. "Algo tendremos que ver. Sólo queríamos hacer entender que el fútbol es una fiesta que nadie debe empañar". Por eso, este dúo dinámico reivindica su lema favorito: "Así, así, así... tiende la mano el Madrid".