Un póster de Fernando Redondo todavía decora su habitación en Ciudadela, provincia de Buenos Aires, donde Fernando Gago pasó su infancia. Para Gago, Redondo ha sido siempre un referente, el espejo en el que mirarse para crecer como futbolista. Y no hay duda de que entre ambos hay un buen número de similitudes. Los dos crecieron en el Club Parque, como el Cuchu Cambiasso o Diego Markic. Y los dos ocupan la misma posición sobre el terreno de juego, el medio centro, el cinco clásico del fútbol en Argentina, un país donde todavía los números tienen un halo de simbolismo.
Les une la devoción por un técnico, Alfio Basile, que dio la titularidad definitiva a Gago en la Primera de Boca y fue el único con el que Redondo llegó a jugar un Mundial con la selección argentina, el de Estados Unidos en 1994. Y semejanzas en el aspecto físico y en el modo de moverse sobre el terreno de juego, vértices siempre del juego del equipo en la salida del balón.
Muchos de los mejores partidos de Redondo en el Real Madrid, como el de Old Trafford ante el Manchester United, o la final de la octava Copa de Europa frente al Valencia, los guarda celosamente Gago en su videoteca. La preferencia sobre la pierna derecha es la diferencia más notable del ex jugador de Boca sobre su ídolo, zurdo cerrado.
Muchos títulos como xeneize
Gago viene al Madrid con un buen expediente bajo el brazo. Un Mundial con la selección argentina sub-20 y cinco títulos con Boca Juniors. Sin embargo, su salida del club xeneize no pudo verse coronada con el último título que disputó, el Torneo Apertura, ganado por Estudiantes en el partido de desempate.
Ídolo de las hinchas más jóvenes, icono publicitario en su país, donde promociona desde gafas de sol a cuchillas de afeitado, aficionado a jugar en la Play Station, desafortunado con los palos de golf según propia definición, Gago está acostumbrado a soportar sobre sus espaldas el peso de una camiseta grande.
Ahora el jugador argentino llega a un Madrid necesitado de fluidez en la conducción de la pelota, pero, como en los últimos tiempos en el Boca de La Volpe, no desarrollará su trabajo solo en la media cancha. Para Fabio Capello también el doble pivote en medio campo resulta innegociable.
De eso sabe un rato Redondo, que compartió esa posición con Seedort hace ahora justo diez años, en la anterior etapa del técnico italiano en el Madrid. "Con Capello tuve que adaptarme a dividir el trabajo de la mitad de la cancha, algo a lo que no estaba habituado. Después, con el correr de los partidos, se dio que a la hora de defender armábamos el doble cinco, pero cuando teníamos la pelota, yo me tiraba más atrás y él más adelante, entonces quedaba yo como único cinco y Seedorf como enganche. Así se armaba el rombo", explicaba recientemente Redondo a la revista argentina El Gráfico. Ahora sólo falta ver qué apuesta desarrolla Capello para introducir a Gago en el equipo.
