El Calderón vs. la depre

A quien jamás le ha caído una maceta en la cabeza observa con asombro al que sale a la calle mirando al cielo. No lo entiende. Lo que él no sabe es que la precaución es inútil: nuestro héroe de la vista en alto chocará inmediatamente con una farola. Y le invadirá la desesperación, el fatalismo de no poder luchar contra su naturaleza, una depre en toda regla. Así está el Atleti tras la lesión de Maxi. Al equipo eufórico de hace tres días le han rodeado todos sus fantasmas y si no gana al Recre, le devorarán.

Javier Aguirre se enfrenta por primera vez al mayor lastre de la historia rojiblanca reciente: el absurdo mito del pupas. Al Vasco le toca recordar a sus jugadores que este año la plantilla sí que es larga, que por importante que sea Maxi al equipo le quedan doce internacionales más y que su situación en la tabla es muy prometedora: si gana acabará la jornada en puestos de Champions. Una vez más, como antes del derby, tendrá que ser más psicólogo que técnico.

Necesitará la ayuda urgente del Calderón, mayoritariamente hundido por la desgracia de La Fiera y que rumia en voz más o menos baja un tropiezo ante el equipo revelación. Esa es una baza que el Recre puede aprovechar, el Atlético está jugando más cómodo fuera que en casa y, si no marca pronto y comienzan los pitos a Pablo, al equipo le entrarán los nervios.

La sorpresa. El Decano, por contra, no sabe lo que es el estrés. Con diez puntitos ya ahorrados para épocas peores, vive en un oasis de paz y tranquilidad. Sin hacer ruido, Marcelino ha sabido pescar buenos futbolistas donde otros pensaban que no había nada y construir un equipo peligrosísimo a la contra. Así ha ganado en sus dos salidas a El Madrigal y Anoeta, con el revoltoso Santi Cazorla como jefe de operaciones, Calle de ariete de desgaste y Sinama-Pongolle de revolucionario desde el banquillo.

En el Atleti los papeles no están tan asignados. Galletti sustituirá a Maxi y todo parece indicar que el resto del once será el mismo que se lució en el Bernabéu, con Mista y Torres titulares y Agüero como desatascador para la segunda parte, aunque la atípica semana de entrenamientos por los partidos internacionales puede provocar cambios de última hora. El que juega seguro es el espíritu de Maxi. Veremos con quién va.

El Recreativo sólo perdió en el Calderón en 1979

La historia demuestra que el Recreativo no sufre miedo escénico en el Manzanares. Sólo una vez, el 27 de mayo de 1979, los onubenses perdieron en el Calderón (1-0) y lo hicieron en la penúltima jornada y ya descendidos. Desde entonces, hace más de 27 años, ha visitado al Atlético en cuatro ocasiones, llevándose una victoria y tres empates. El triunfo es especialmente recordado, ya que fue en el primer partido en casa del Atleti durante su primer añito en el infierno, el 9 de septiembre de 2000. Los rojiblancos, que venían de perder 4-1 ante el Levante, cayeron con un autogol de Juan Gómez y la expulsión de Salva. La siguiente temporada, aún en Segunda, 1-1, y en 2002, ya en Primera, mismo resultado con el Mono Burgos parando un penalti salvador. Finalmente, en 2003, el Recre aguantó el 0-0 para eliminar al Atlético en cuartos de la Copa en su camino hacia la final.