Ana Urkijo
"Dicen que soy valiente, pero nunca se me ocurriría sentarme en un banquillo"
Ana Urkijo Elorriaga (Bilbao, 1954) es la primera presidenta del Athletic en los 108 años de vida del club. Socia desde 1969, abogada y madre de dos hijos, habla con cercanía y pasión.
Se lo digo de corazón. Da gusto poder besar a la presidenta del Athletic.
Ja, ja, ja. A mí me parece que una cosa no quita a la otra y ser cercano es algo que me gusta. También te digo que en algún momento habrá que mantener cierta distancia.
¿Se había imaginado alguna vez que iba a ser presidenta del club rojiblanco?
No, nunca. Jamás lo había pensado.
Usted es hija de presidente (Rufino Urkijo). Al menos tiene un recuerdo próximo de lo que es sentarse en ese mismo sillón.
Sí, pero la realidad de mi padre es que siempre se sintió vicepresidente. Las circunstancias de su llegada a la presidencia (un paréntesis por la convocatoria de elecciones) no fueron las mismas. Yo nunca había pensado llegar a la presidencia del Athletic. Y una vez que lo he hecho sólo puedo decir que es un gran honor y que me siento orgullosa de poder representar a un club al que quiero por encima de todo.
¿Entonces, con su padre en el cargo, fardaba con los amigos de ser quién era?
Sí, verdaderamente sí. Me llenaba de orgullo. Y a mis hijos les pasa lo mismo conmigo. También es verdad que lo sienten con un punto de preocupación porque saben que estoy muy ocupada y ellos me ven muy poco en casa. Pero sé que me apoyarán siempre. Me dicen: "Ama, adelante, que lo vas a hacer bien".
Dicen que ser presidente del Athletic es más importante que la alcaldía de Bilbao.
Pues hombre, no quiero decir eso porque igual el alcalde se molesta, pero el Athletic es algo que se siente mucho porque es un icono de esta tierra. Es un club aglutinador, aunque en otros aspectos de nuestra vida tengamos distintos puntos de vista. La grandeza de este club es lo que une.
El alcalde y el Athletic van a tener que ir de la mano en el nuevo campo. ¿Pasará a la historia por ser la presidenta que puso la primera piedra del nuevo estadio?
No sé si los plazos llegarán a ese punto porque poner un proyecto así en marcha lleva mucho tiempo. Mi voluntad está dirigida a dejar el proyecto muy encauzado. Si lo que es la construcción del campo no llega en este mandato, este proyecto es del Athletic y me sentiré igual de orgullosa si no pongo la primera piedra.
Por cierto, su Junta es un ejemplo de consenso. No hay directivo sin cargo ni cargo sin directivo.
Todos los que estamos aquí nos hemos propuesto dar lo mejor de nosotros para este club. Nuestra misión es clara y la vamos a desarrollar. El trabajo en equipo es lo mejor y hemos hecho un reparto de funciones en el que soy el vértice, pero sin ellos no soy nada. Los que nos hemos quedado estamos muy concienciados de la tarea que tenemos por delante.
Lamikiz se fue con seis directivos más. ¿Muerto el perro adiós a la rabia?
¡Buff! Esa frase no me gusta nada. A pesar de que es un gran honor ser la presidenta del Athletic siempre diré que no me ha gustado acceder por la dimisión de mi presidente. Esto no es bueno para el club. Que un plebiscito popular pueda hacer que un presidente dimita es una puerta peligrosa. No estoy nada conforme con los hechos de los últimos días y me apena y entristece que haya tenido que existir un sacrificio personal para que las aguas vuelvan a su cauce. Ahora hay que pensar en positivo, hacer una raya y mirar hacia delante porque el club no puede ni debe pararse. Pero permíteme que diga a la masa social que con estas actuaciones es difícil que tiremos hacia delante. Hay que reflexionar en profundidad porque los mecanismos democráticos no se han respetado.
Menudo trago para la primera presidenta del Athletic.
Tampoco quiero dar esa sensación. Estos días me han dicho que soy muy valiente, pero no lo creo así. Es cuestión de responsabilidad. Yo era vicepresidenta en la junta y cuando ha llegado el momento nunca me he planteado si debía seguir o no. Es lo que había y lo tenía claro. Creo que tenía que aceptar porque por encima de mí está el club, su interés y su conveniencia. No es ningún trago, es algo previsto en los estatutos. Hay que mirar al frente y andar con firmeza.
Usted también fue la primera mujer directiva del club, en la etapa de José Julián Lertxundi. ¿Una buena experiencia?
Me sirvió para conocer al Athletic por dentro y aunque han cambiado muchas cosas todo lo vivido en esos años me ayuda para saber el mundo en el que me estoy moviendo.
Si continúa con esa pasión pionera cualquier día le veo sentada en el banquillo.
No, ja, ja, ja. Eso hay que dejarlo para los profesionales. Dicen que soy valiente pero nunca se me ocurriría.
En esta semana de mandato ya ha logrado algo que se resistía. El Athletic vuelve a estar en boca de todos.
Espero que sea para bien, pero no porque yo esté aquí. La masa social ha tomado conciencia de lo que ha pasado estos días y creo que todos nos hemos dado cuenta de que no ha sido bueno. Si me apuras, no se midieron las consecuencias.
¿El toque femenino también vale para aplacar las crisis?
Pues mira, no lo sé. Mi punto diferencial es ser la primera mujer al frente del Athletic y lo sé. Es evidente que mi condición de mujer hará algo diferente, porque no puedo hacer las cosas como un hombre. Hay que conseguir que las potencialidades de cada persona se utilicen para bien y si el ser mujer ayuda, ¿por qué no usarlo? Eso es sabiduría y algo bueno para todos. Y no es una cuestión de feminismo,
Además, usted tiene un buen pronto. Ya ha puesto a más de uno en su sitio cuando les esperaban en la puerta de San Mamés para abroncarles.
Es que..., vamos a ver. A las mujeres que estamos en algún puesto tradicional de hombres nos identifican con ser duras, pero creo que la condición que está por encima es la fortaleza. Y eso no va ni con mujeres ni con hombres. Una persona fuerte en muchos momentos puede ser frágil, pero eso tampoco es malo. Lo que importa es el respeto. Hay una raya que en ningún instante hay que traspasar.
¿Irá a las reuniones de la Federación y la Liga o delegará en alguien de la junta?
Iré cuando tenga que ir y habrá ocasiones en las que vaya otro directivo.
Se hizo al fútbol viendo a Iribar y a Rojo. Un Athletic de otro tiempo.
Sí, sí. Llevo muchos años de socia y muchos de aficionada. He visto todas las etapas del Athletic. Unas veces arriba y otras menos arriba. Es verdad que viví desde la grada el equipo de Iribar, Sáez, Echeberria, Aranguren, Rojo y Clemente.
Aquel equipo era en blanco y negro, de la televisión del NODO. ¿Era un Athletic más querido?
Creo que no. Eran etapas distintas y la sociedad era diferente. La afición sigue queriendo al Athletic y lo demuestra ahora, cuando no hay títulos. El Athletic es un club que representa mucho en el sentir de este pueblo.
Ya, pero el viejo Athletic ganaba. El de ahora no está para muchos trotes.
El mundo del fútbol ha cambiado muy rápido. La legislación actual va en contra de la esencia del Athletic porque todos los clubes tiene más fácil reforzarse. Competir en esta Liga cada vez nos va a resultar más difícil, pero nuestras características son nuestra esencia. Saber qué es lo que queremos ser y cuál es nuestra filosofía nos tiene que ayudar a darnos cuenta de que no va a ser fácil competir por títulos, aunque sólo sea por cómo se refuerzan el resto de los clubes. Ahí sí que tenemos que ser consecuentes con lo que somos y en determinados momentos, cuando el equipo no sea competitivo, tener la paciencia que merece el respeto a la filosofía que queremos tener. De lo contrario, seremos incongruentes. Si queremos ser lo que somos hay que tener paciencia cuando los resultados no son brillantes. No hay que ser tan exigente y sí demostrar que queremos nuestra filosofía.
¿Un recuerdo del pasado?
La Liga de 1983. Aquello fue de una emoción intensísima. También están los títulos de Copa ganados a Elche, Barça, Castellón y muchos buenos partidos en San Mamés. El Athletic me ha dado siempre muy buenas emociones.
Sigamos por ahí. ¿Un deseo para el futuro?
A corto plazo, recuperar la tranquilidad de la afición y los socios. Hay que perder crispación y presión. Mira, aquí nos generamos unas expectativas que a la vuelta se convierten en frustraciones. Y esa frustración se manifiesta de una forma errónea para el club. ¡Tengamos paciencia con Lezama! He hablado con Sarriugarte y con los jugadores. En este equipo hay gente muy válida y no nos queda más remedio que ser conscientes de que los logros se pueden conseguir siempre que estemos todos unidos.
Yo tengo otro deseo. ¿Se apunta a que Clemente calle de una vez sus alusiones al Athletic?
(Silencio) Lo observo con cierta tristeza. Soy de la opinión de que los que somos del Athletic es conveniente que nos dediquemos a apoyar al club para ayudar y seguir adelante. Lo que no se puede hacer es andar metiendo palos entre las ruedas. Así es imposible avanzar.