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Champions League, 1ª Jornada, Grupo F | Manchester United 3 - Celtic de Glasgow 2

Saha salva al United

Partido emocionante por los goles, y en el que destacaron las brillantes actuaciones de Louis Saha y Nakamura, que hizo un golazo

Actualizado a
<b>ASÍ CUALQUIERA.</b> Vennegoor celebra el primer tanto escocés, precedido de errores de Rio Ferdinand y Van der Sar.
ASÍ CUALQUIERA. Vennegoor celebra el primer tanto escocés, precedido de errores de Rio Ferdinand y Van der Sar.AP

Duelo británico en Old Trafford. El teatro de los sueños debía ser el escenario en el que el nuevo United, tras la marcha de Van Nistelrooy, confirmara su gran momento de forma, con un arranque liguero que ni el mismísimo Chelsea ha podido aguantar. De paso, dejar las cosas claras en su grupo, donde se puede encontrar con algún que otro problemilla si no hace los deberes desde el principio.

Por parte de los escoceses creaba expectación ver a Thomas Gravesen, titular indiscutible ya en los católicos de Glasgow, donde se habrá confesado tras "agradecimientos" a su etapa madridista.

En la primera parte el control del balón fue para el Celtic, y no es de extrañar. El centro del campo de los diablos rojos estaba formado por Carrick y Paul Scholes (completo pero falto de ritmo), que aportan mucha lucha pero poca elaboración. En las bandas estaban Giggs, muy irregular desde hace ya unos años, y Darren Fletcher (en sustitución de Ronaldo), un jugador que no es de banda, aunque Ferguson se empeñe en lo contrario. Para colmo de males, la pareja defensiva la constituían Rio Ferdinand, un central con graves carencias en todos los sentidos, y Wes Brown (también por las bajas de Vidic y Heinze).

A pesar de ello las ocasiones eran para el Manchester, y más en concreto para Louis Saha, que mandó dos balones rozando los palos de la portería defendida por Artur Boruc. Pero a parte de eso, el Celtic mantenía la posición sin grandes problemas, y como consecuencia llegó el gol de Vennegoor, con la estimable ayuda de Ferdinand, primero, y Van der Sar después.

A partir de ese momento el Manchester se embraveció, no es que el juego de los ‘Sir’ Alex deslumbrara, pero al menos se veía algo de ese equipo que estuvo años sin perder un partido en casa, y un penalti cometido por Boruc sobre Giggs fue transformado por el mejor hombre del encuentro, Saha. El francés puede ser el mejor fichaje del Manchester para este año si recupera el juego que desarrolló en el Fulham.

Tras el empate, los locales calmaron sus ánimos, Giggs se lesionó y entró Solskjaer entra en sus sustitución. Ahora ya no había ningún jugador de banda, y el juego del United se resentía. Guste o no, sorprende ver cuanto baja el nivel del equipo local ante la baja de Cristiano Ronaldo. De este modo la responsabilidad de hacer llegar el balón al área contraria era para Scholes, que volvía de una larga sanción, pero era el único con un mínimo de ideas, e insisto, las bandas no existían. En efecto, previsible pero aún así posible. El beneficiario de la asistencia es Saha, que convierte su segundo gol y se reivindica del todo.

Pero el Celtic no había venido a verlas venir, y justo antes del descanso una falta (tras otro error, esta vez de Brown, ya lo había hecho la parejita) magistralmente sacada por el japonés Nakamura se cuela irremediablemente en la portería local. Golazo. Y a todo esto, Rooney desaparecido en la primera mitad.

De nuevo Saha derrumba a los escoceses

La segunda parte comenzó como la primera. El Manchester buscaba a Saha, el único que resolvía, y un disparo del francés rechazado por Boruc, fue empujado a la red por Solskjaer. El Celtic estaba perdiendo el encuentro, inmerecidamente, por no saber dormirlo en el momento adecuado.

A pesar de la cantidad de goles no hay que engañarse. Daba la impresión de que ambos equipos desconocían que estaban jugando un partido de Champions. El Celtic atacaba, pero sin convicción ni mordiente, y el Manchester, atemorizado por los fallos de la primera parte y acomodado por la tímida ventaja que ondeaba en el marcador, esperaba el siguiente chispazo de Saha. Y llegó, pero el disparo lejanísimo del francés se marchó fuera por poco.

Los primeros veinte minutos, el balón perteneció por completo al Celtic, aunque lo mejor lo iban dejando Saha y Nakamura. El galo estaba en todas y siempre con peligro. Un cabezazo suyo estuvo a punto de ser el cuarto para los ingleses. El resto del equipo estaba centrado en la defensa del marcador. El nipón por su parte era el auténtico líder de su equipo, llevaba el balón desde su área hasta el campo contrario. Todo un alarde de técnica y visión de juego.

En los minutos finales el Manchester intentó amarrar el resultado en lo posible, algo que no les costó demasiado, ya que el rival comenzaba a acusar el trabajo realizado durante el resto del partido. Victoria no del todo justa para un Manchester que por juego pierde el tren de los favoritos, tras el fuerte ritmo marcado por Barça y Bayern entre otros. Ah, y Gravesen en su línea, o sea, nada de nada.