Pesadilla.Ya sabemos que la vida puede ser maravillosa, que Pepu Hernández nos ha robado el corazón, que Pau Gasol lidera el grupo humano más unido que uno recuerde en el deporte de élite y que la selección de baloncesto está formada por doce príncipes de Asturias. Creía uno, ingenuamente, que La Otra (antes conocida como La Roja) se picaría e intentaría taparnos la boca a todos los que les hemos comparado con los Golden Boys. Pero no hay manera. Al final, Luis Aragonés dio la pista en la víspera con una disertación premonitoria: "Ojo que los irlandeses hacen un fútbol de presión muy bueno". Le faltó añadir que para hacerles frente, el fútbol de España es "depresión" (todo junto). No se me moleste, míster. Pero la cara es el espejo del alma y usted ha perdido esa alegría castiza que nos empujó durante el Mundial al sueño de nunca jamás. Ahora le veo apagado, sin luz, sin talento, sin talante. Es la España de la (ala)triste figura.

Señales. No juego a ser la bruja Lola, pero creo en las señales que nos anticipan lo que nos depara el destino. Me sorprendió ver a Villar (¡igualito que el gran Pepe Sáez!) formando en el césped junto a Casillas escuchando el himno nacional, el color amarillo del jersey de Iker (¡gafarrón!), que el estadio se llamase Windsor y que el entrenador de los norirlandeses se apellidase Sánchez. Encerrona segura. Así nos fue Sólo se salvó del naufragio en las islas este Villa (gol esdrújulo: 1.001), que es una maravilla.

Xavi 1.000.Reconozco que soñaba con que Raúl firmase el gol 1.000 de la historia de nuestra selección errante. Pero la vida son ciclos y claro, cuando el capitán metió el 800 y el 900, el Madrid estaba ganando Copas de Europa y llevaba la voz cantante en el fútbol patrio. Por eso fue coherente que fuese Xavi, el timonel del Barça, el que pusiese su huella en un gol tan simbólico con una volea magnífica. Me alegré por Xavi. Buen amigo de su paisano Gasol. Pero trovaría Alejandro Sanz, "no es lo mismo".

Muy 'heavy'.Irlanda del Norte tiene un hueco en el escaparate del fútbol gracias a George Best, el quinto Beatle. Dice mi padre que era un genio. Pero la realidad es la que es. El rival de anoche es el número 285 en la ATP del fútbol. Un detalle. Carroll sufrió una lesión muscular en su pierna derecha nada más empezar el baile y el pobrecillo se vio obligado a sacar de fondo. Claro, a los cinco minutos al vestuario. Detalle de selección menor. Pues ni por esas. El clan de los irlandeses tiene en Healy (un delantero muy heavy del que ya nos avisaba ayer Maldini) un martillo que ayer agujereó en Belfast (gran hit de los míticos Boney M) la vulnerable portería de Iker. La cesión suicida de Xabi Alonso en el primero, la cantada de la defensa en el segundo y la vaselina mágica en el tercer gol del muchacho certifican el estado de encefalograma plano de los nuestros. Tocan tiempos de silencio

Bombo mudo.Las gradas del estadio Windsor Park mostraban un reducido grupo de fieles españoles (¡héroes!), encabezados por Manolo, El del Bombo. Yo que este irreductible aragonés me pedía dos años de excedencia. No se puede animar a un equipo de ánimas. A José Ángel de la Casa y Julen Guerrero sólo les faltó despedir la fúnebre transmisión televisiva diciendo "pues sí, la vida puede ser calamitosa". La Roja nos sonroja