Pobre espectáculo en el Coliseum

Partido con aliciente especial. El debut de Jurado, uno de los culebrones del verano y que a punto estuvo de crear, si no lo hizo, una crisis interna en el seno del club blanco. Finalmente la esperada imagen se hizo esperar. Tampoco estaba Torres, lesionado, y su lugar era ocupado por Mista.

Por tanto los atractivos del encuentro se centraban en ese pequeño gran jugador (lo de crack tiene que ganárselo), y en Albín, un chaval uruguayo mucho menos conocido que el argentino, pero con una zurda que promete muchas alegrías a la afición azulona.

Como en el Carranza, se notó, y se agradeció, que el encuentro no era oficial pero cerca estaba de serlo. Muchas ganas en ambos equipos y mucho ritmo desde el comienzo. A falta de una semana para el comienzo de la Liga todos quieren lucirse, como Mario Suárez, todo un campeón de Europa sub 19 que tendrá difícil ganarse un puesto en el equipo, más aún si acaba de cerrarse el fichaje de Maniche.

Llegaban las ocasiones, principalmente para el conjunto local, pero faltaba precisión en los metros finales. Las más claras eran para el Atlético, aunque no llegaba el remate definitivo. Vamos, lo que se dice un amistoso de verano al uso. Hasta que apareció Petrov.

El búlgaro, que había asegurado que este sería su año, no comienza con buen pie. En una jugada intranscendente, el zurdo perdió los nervios y confundió el esférico con Belenguer. Roja directa. O el búlgaro es un ganador nato, o un desertor que se empeña en abandonar a su equipo en demasiadas ocasiones. Al menos el partido no se volvió especialmente violento, algo extrañamente usual en estos 'rondos veraniegos'.

Con la expulsión, el partido perdió en intensidad. El Getafe se adueñó del balón, aunque el dominio no se concretó en ocasiones.

El atlético demostró tener una preparación física más avanzada que su rival, y eso que jugaba con uno menos. Su el ataque ahora dependía enteramente de las apariciones del 'Kun', que por el momento no eran ni abundantes ni acertadas. Es pronto para decirlo pero no parece que la regularidad sea el fuerte del argentino (por ponerle un pero).

Desastrosa segunda parte

En la segunda parte se produjo el debut de Jurado, un mal momento, ya que el centro del campo colchonero para ese entonces no existía para ese entonces. Y se siguieron produciendo los cambios. Aguirre retiraba a Agüero y Mista (gran desgaste el que realizó) y dejaba como único punta a Kezman.

En esos momentos el Getafe hacía lo que quería con el partido. La tocaba, y además con criterio, aunque no creaba ocasiones claras. Aguirre parece haberle dado consistencia a la defensa de su equipo, un coladero en los últimos años.

El tedio se apoderaba de la segunda parte, el Getafe no tenía ideas y el Atlético hacía tiempo que deseaba que el encuentro terminara. Se producían más cambios, pero el juego no mejoraba. Ni para sacar grandes conclusiones servía ya el encuentro.

Mientras ambos equipos estuvieron con once hombres sobre el campo el Atlético se mostró peligroso a la contra, pero le crearon demasiadas ocasiones, cuando perdió un hombre todo lo contrario. Una de cal y una de arena. A siete días vista del inicio de la liga es una auténtica incógnita el rendimiento que puede dar, pero si Aguirre logra controlar el temperamento de algunos de sus hombres la cosa no pinta mal, o al menos no parece que se vaya a producir el desastre del año anterior. Los conceptos están claros, y ahora sólo queda plasmarlos sobre el campo en cada partido.

Del Getafe poco se puede decir, el partido siempre estuvo bajo su dominio y nunca supo aprovecharlo. Le falta mordiente

Sólo queda hacer un recordatorio para ambos, recuerden que el ataque, como Teruel, también existe.