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Segunda | Castilla

El Castilla se concentra y planta a Rubén en su boda

A pesar de jugar mañana, Portugal ha citado hoy al filial

<b>INCOMPRENSIBLE. </b>Rubén no puede entender la decisión del club cuando el equipo ya no se juega nada.
jesús aguilera

Parecía que tras consumar su permanencia en la categoría hace 47 días todo iba a ser paz y calma para el Castilla hasta el final de Liga. Pero no, aún había un último disgusto que afrontar: Portugal, concentrará hoy al equipo en el hotel Puerta de Castilla a las 20:00 horas, justo en el momento en el que su central más utilizado, Rubén González, estará jurando matrimonio a Kaori, su mujer, ante la atenta mirada de su hijo Enzo.

La plantilla blanca, cuerpo técnico incluido, estaba invitada a este convite desde hacía meses, y la intención de los futbolistas era la de acompañar a Rubén en uno de sus días más importantes. Pero ayer todo cambió. El central compostelano se enteró de la noticia en Valdebebas y se entrenó con un enfado más que visible ya que, además del plantón, deberá hacerse cargo del coste de los 30 cubiertos que tenía reservados. Tan sólo Arbeloa (sancionado) y los decartados para jugar ante el Castellón podrán asistir a la boda.

La postura tomada por el club ha sorprendido a toda la plantilla ya que el Castilla no se concentraba en casa desde el 7 de mayo para jugar ante el Nàstic. A última hora de ayer, el cuerpo técnico aún dudaba de la hora a la que finalmente el equipo deberá presentarse en Valdebebas, aunque la concentración es inamovible. La boda es a las 18:00 horas, así que con suerte los compañeros de Rubén podrán acompañar al central en la misa. Amén.

Muchos mirarán a Valdebebas

El partido de mañana en Valdebebas es más importante de lo que parece. Por un lado, el Castellón se juega la permanencia y tiene que ganar. Pero es que, si el Castilla vence, el Albacete estará salvado matemáticamente y su encuentro del domingo ante el Ciudad de Murcia será un mero trámite. Y esto afectaría al Levante, que se está jugando el ascenso a Primera con los de Abel y teme que los manchegos jueguen con juveniles.