En un partido realmente flojo, ganó el menos malo. El Poli Ejido, dirigido ofensivamente por el hombre que más buscó el gol, Pedro Vega, se llevó justamente los puntos de Zorrilla ante un pésimo Valladolid que deambula como alma en pena en este tramo final de la Liga. Ni el técnico, entregado a su suerte, ni los jugadores blanquivioletas, pésimos, estuvieron a la altura de las circunstancias. Llegaba más acuciado en la clasificación el equipo almeriense y consiguió la victoria que le otorga la permanencia matemática gracias a un gol extraño que logró Pedro Vega al sacar una falta desde 45 metros, que tras botar delante de Bizzarri acabó con el balón alojado en la portería del argentino, que erró de forma clamorosa.

Era lógico que el Poli se adelantara puesto que estuvo mucho más metido en el partido. El Valladolid fue un equipo destartalado del que tiraba sólo Tote, eso sí, demasiado individualista. Nada más comenzar la segunda parte las cosas se le pusieron peor al Valladolid tras ser expulsado Bizzarri. El portero del Valladolid tuvo un día de esos nefastos que a veces protagoniza y fue expulsado tras derribar fuera del área a Keko. A pesar de la superioridad, el Poli Ejido no pudo rematar el partido y a punto estuvo de llevarse un susto gracias a la salida al campo del canterano Carreño, que fue el mejor del Valladolid y que por dos veces rozó el gol que finalmente no llegó en los 90 minutos de juego.