NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Lucien Müller

"En realidad fue Di Stéfano quien me fichó"

Del Stade de Reims al Madrid (1962-65) y luego al Barça, al que también entrenó en la era Núñez. Ayer no faltó al homenaje a La Saeta.

"Bernabéu era un monumento; Florentino intentó hacer el Real de siempre y no pudo"
jesús aguilera

¿Qué supone para usted la inauguración del estadio Alfredo Di Stéfano?

-Mucho, porque si yo estuve en el Madrid se lo debo a Alfredo. En realidad fue él quien me fichó.

-Cuente, cuente

-Jugamos un España-Francia en París y después hubo un banquete. Fue a verme y me preguntó si me gustaría jugar en el Madrid. Yo no hablaba nada de español, pero le entendí a la perfección.

-¿Y usted qué le contestó?

-Que si hacía falta iba andando. Días después el Madrid jugó en Bélgica con el Standard, vino Saporta y me fichó.

-¿Fue lo mejor que le pasó en la vida?

-Bueno, el Madrid era el súmmum. Año tras año venía el mejor del mundo. Yo pertenecía a los obreros. Había tres o cuatro fenómenos y el resto... El Madrid siempre necesitó buenos obreros.

-Con Di Stéfano como eje de todo...

-Era un fuera de serie, un líder, algo que le falta al Madrid ahora. No le gustaba perder ni en las pachangas, como a Puskas.

-Kopa, Zidane, Platini ¿Quién ha sido el mejor en Francia?

-Los tres, aunque yo le añadiría a Piantoni.

-¿Qué opina de la retirada de Zizou?

-Yo no estoy en sus zapatos, pero a todos nos llega el momento. Si él lo siente así... Nadie pensaba tampoco que Platini se retirase a los 32 años.

-¿A usted le costó trabajo irse?

-Lo tuve fácil, porque quería ser entrenador a toda costa y me estaba sacando el diploma. Jugué mi último partido y nadie lo supo excepto mi mujer. Dos meses después ya me estaba llamando el Castellón para que lo entrenara.

-Allí tuvo a Del Bosque, que estaba cedido por el Madrid.

-Y Babiloni o Araquistáin. El Castellón se convirtió en una filial del Madrid. Me extrañó mucho que el Real echara del banquillo a Del Bosque. Se equivocó.

-¿Qué recuerda de Bernabéu?

-Fue un monumento. Sabía lo que quería y cómo llevar a un equipo, aunque al final iba poco a vernos. Siempre tenía una palabra adecuada para cada uno. Era como un psicólogo.

-¿Se le acercó Florentino?

-Al principio sí. Yo lo conozco bien y sé que quería hacer el Madrid de siempre. Después, no he entendido su manera de hacer el equipo, los jugadores que ha contratado. Puede ser un error el querer controlarlo todo. Mire, hace unos años fui ojeador del Mónaco en América y el presidente no me hacía caso. Él quería fichar directamente. Ya cansado, le pedí al Príncipe que me ayudara y me dejaron fichar. Vinieron Squillaci, Márquez, Bernardi, Ibarra Hicimos un equipo campeón.

-¿Cómo era usted como jugador?

-Jugaba en la media y alguna vez Evaristo, que estaba en el banquillo, me decía: "Lucien, hoy no has perdido ni dos balones". Esta fue mi cualidad, que podía dar 30 o 40 pases y es raro que fallara. Puede preguntar a Alfredo (Di Stéfano).

-¿Ha provocado el exceso de dinero que se pierdan los valores del jugador?

-Lo que nosotros cobrábamos sería de risa ahora, pero dentro de lo que cabe, en el Madrid éramos unos privilegiados. Cobrábamos 2.500 pesetas por ganar en casa y 5.000 por hacerlo fuera.

-¿Cómo ve al Barcelona de ahora?

-Tiene mejor equipo que el Madrid, el mejor de Europa. Eligieron bien a sus jugadores, pero han tenido suerte. Estaba previsto que Ronaldinho fuera al Manchester o al Madrid Y llegó con Etoo, que estaba en el Madrid. Son dos jugadores que han causado un gran impacto y hacen mejores a todos los demás. Giuly o Larsson no son unos fenómenos, pero al lado de los otros dos corren a 300 km/h. Ahora bien, dígame qué centrocampistas hay en el Madrid.

-Guti, Gravesen, Pablo García...

-Ahí es donde está el problema del Real. Lo primero que hay que arreglar.

-Se dice además que el vestuario no está lo suficientemente unido...

-Siempre se dicen este tipo de cosas cuando el equipo no consigue resultados.

-¿Y cómo era el vestuario en su época?

-Nosotros nos pegábamos directamente en el entrenamiento (risas). Y Miguel Muñoz nos dejaba tres horas en la caseta como castigo. Entonces, si alguien no ganaba una pachanga, ésta no se terminaba.