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Primera | Lucio

Un ganador nato al que Valdano rechazó por ser muy ofensivo

Hizo el 1-1 en la final de Glasgow

Lucio

Jugar como defensa central y tener la sana obsesión de querer ser protagonista en el juego ofensivo de tu equipo no parece ser compatible en el fútbol actual, donde la táctica prima por encima del talento. Una cruz que Lucio Ferreira da Silva (8-05-1978, Brasilia) siempre lleva a cuestas, alimentando las críticas de sus detractores a la vez que aumenta los logros de su currículo.

Ese mismo estilo de juego fue el que le impidió cerrar su fichaje por el Madrid en 2002, cuando lideraba al Leverkusen y Juan Figger, su representante en España, consiguió atraer al mejor postor. Una marcha atrás que se maquilló con el anuncio de una lesión crónica en su talón, que al final quedó, tras una simple operación, en mera anécdota.

Dio igual que se proclamara campeón del Mundo con Brasil en Corea y Japón y que llevara a un equipo humilde como el Leverkusen a disputar un final de Champions alardeando de un apabullante dominio del juego aéreo, de un intimidatorio sentido de la anticipación y de un gran espíritu ganador. Muchos se pusieron la venda, y por ello sus defectos siempre pesaron más en la balanza.

Contradictoriamente, un amante del fútbol de ataque como Jorge Valdano (director deportivo del club esa temporada), desaconsejó su contratación por ser demasido ofensivo. Y razón no le faltaba. Lucio ha conseguido 27 goles desde que es profesional, y uno de ellos, en la final de Glasgow, en la que a punto estuvo de aguar la fiesta de la Novena al Real Madrid.

Es cierto que su corpulencia (1,88) acentúa su lentitud, que las coberturas que realiza no son lo eléctricas que deberían o que le cuesta recuperar su posición cuando se va al ataque alegremente (para él y para el aficionado). Pero que haya gozado de la confianza de todos sus entrenadores no es una casualidad ni un milagro del dios al que tanto venera (pertenece a los Atletas de Cristo). Ahora, el Madrid sabe que en su día se equivocó, y aunque su coste ahora sería 12 millones de euros más que en 2002, no parece dispuesto a dejarlo escapar. Y es que, siempre es de sabios rectificar.