Primera | Real Madrid
En el punto de mira
Los tres últimos partidos de Ronaldo con el Madrid, en los que ha pasado inadvertido, y sus declaraciones un día antes del encuentro de Champions ante el Arsenal han puesto al brasileño en el centro del huracán. El choque de hoy ante el Mallorca será un examen para el delantero.
Después de sus declaraciones del pasado lunes en la víspera del partido más importante de la temporada en Champions ante el Arsenal, y tras el toque de atención que le dio Raúl 48 horas después, Ronaldo tendrá hoy en Son Moix un examen en el que se evaluará su capacidad de respuesta ante la adversidad y, sobre todo, su olfato goleador.
El brasileño no vive sus mejores momentos en el Madrid, y prueba de ello es su escasa aportación al equipo justo cuando más se le necesita. Ronaldo reapareció frente al Espanyol en el Bernabéu el 4 de febrero, 27 días después de sufrir su quinta lesión de la temporada en Villarreal. En ese encuentro pareció que su mejor versión regresaba al equipo (marcó uno de los cuatro goles a los pericos) pero los tres últimos encuentros, ante Athletic y Alavés en Liga y frente al Arsenal en Champions, le han dejado en evidencia.
En Bilbao el brasileño jugó los noventa minutos, remató dos veces a portería, cometió cinco fueras de juego, acumuló 11 pérdidas de balón y no recuperó ninguno. Del gol ni hablamos. Una semana después, ante el Alavés, su actuación fue aún peor. Ni remató, ni asistió y además fue silbado por parte de la afición madridista al ser sustituido en el minuto 58.
Todos pensaban que Ronie se estaba reservando para aparecer, como en él es habitual, en las grandes ocasiones, pero ante el Arsenal (y con el perdón de la grada) tampoco se le vio: un remate a portería, ocho pérdidas de balón, ninguna recuperación e idéntico acierto de cara a portería.
Muy solo. Lo cierto es que Ronaldo no ha terminado de adaptarse al sistema de López Caro. El brasileño está acostumbrado desde que llegó al Real Madrid en la temporada 2002-03 ha tener un compañero cercano que le permita zafarse con más asiduidad de los férreos marcajes rivales. Tras la lesión de Raúl, y debido a que el técnico prefiere tener un solo delantero centro y dos mediapuntas, Ronie está aislado. Un hecho que facilita la labor a sus marcadores y que, sin embargo, ha beneficiado a jugadores como Robinho que, al estar en un segundo plano para los defensores, ha tomado el testigo de El Fenómeno para convertirse en el goleador del equipo (cuatro tantos en los últimos cinco partidos).