Etoo se quita presión y a Wome le rompen el coche y el negocio

En todos los países africanos eliminados de la Copa del Mundo de Alemania ha habido incidentes de mayor o menor gravedad. En Marruecos, que se quedó sin plaza pese a no perder un sólo encuentro en su grupo, es donde menos se ha notado el disgusto. En los países en los que hubo mayores problemas fue en Nigeria, con cargas del ejército contra los manifestantes, y en Camerún, donde los vándalos destrozaron los bienes de Wome, el jugador que falló el decisivo penalti ante Egipto.

Wome salió del país en un coche de la Policía. Escoltado y protegido de las iras de los hinchas, algunos de los cuales destrozaron su coche, un Mercedes, y también provocaron daños en el negocio de su esposa, una peluquería. Los asaltantes no han sido identificados ni, por tanto, detenidos.

Explicaciones.

La Prensa de Camerún no da crédito a la eliminación de su selección, y piden explicaciones sobre el porqué fue Wome quien tiró, y falló, el penalti decisivo. Sin Lauren ni Geremi en el campo, el especialista era Etoo, quien ayer declaró en Sport que quiso hacer el lanzamiento, "pero Wome tenía confianza". "Es muy duro tenerlo todo en la mano y echarlo por la borda en el último segundo", explicó el delantero que abandonó el campo llorando, destrozado. Como sucedió en Nigeria, también en Camerún hubo aficionados encrespados que esperaron a los jugadores a la puerta de los vestuarios al término del encuentro contra Egipto.

En Camerún parecen haber olvidado que fue Wome el que dio la medalla de oro a su país en los Juegos Olímpicos de Sydney, en el año 2000, con el penalti que marcó ante España en la final. Ahora ha pasado de héroe a villano.

En Nigeria hubo disturbios en las calles y cargas del ejército

La eliminación de Nigeria, una de las favoritas y un clásico en los Mundiales, también provocó graves disturbios, hasta el punto de que el Ejército nigeriano cargó contra la multitud en la ciudad de Abuja cuando se manifestaba descontenta por el fracaso de su equipo nacional. En los incidentes hubo decenas de detenidos y, según los medios locales, se produjeron varios heridos. Los seguidores pedían la dimisión de los directivos de la Federación de Nigeria y hubo gritos contra los jugadores y contra el seleccionador nacional.