'El Robishow' y los bailes sexys de Raffaela Carrá
No me vaciles, Manolete, que he cumplido 40 años y ya no paso por el aro de la ingenuidad. Pero si ni siquiera sabías que Brasil (los padres de Ronaldo y Robinho) os metió 0-3 en el partido de vuestro 75º aniversario. ¡Qué bien cantaba Raffaela Carrá, embutida en unos pantalones de cuero negro antológicos, con 50.000 de los tuyos bramando en el Calderón como los milicianos en aquel programa histórico de TVE en el que casi despechugan a esa rubiaza de bote llamada Rosa Morena!
Yo era un infiltrado estratégico. Vivía a dos manzanas y desde hacía cinco años estaba en una lista de espera para hacerme socio de mi Real Madrid. En Carabanchel había pocos enchufes. Misión imposible. De pronto, llega un promoción: "¡Sea usted socio del Atleti por sólo 4.000 pesetas!". A caballo regalado no le mires el diente. Mi padre fue listo: "Vemos al Madrid cuando juegue en Liga y en la Copa, y a ti te pago tu entrada infantil para los partidos del Bernabéu". Tres años con vosotros fue como bañarse al aire libre en Jaca en pleno mes de enero. Los fines de semana pares el Madrid ganaba Ligas a la Real de Arconada (1980) y los impares el Atleti sacaba al doctor Cabeza invitando a comer tortilla a sus acomplejados fieles. ¡Pena me das, chaval!
Por eso entiendo a Petrov, que se da golpes en la cabeza antes de acudir a los entrenamientos del Cerro del Espino. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? En búlgaro la pregunta no tiene traducción. Robinho será tu pesadilla este año. Manolete, toma nota. El chico se salió en Cádiz para enseñar su DNI, como tú hacías en los aeropuertos hasta que te convertiste en un sin papeles. El crack ya sabe, por boca de Ronaldo, que el Calderón es el mejor escaparate para el Madrid. Llegas, te abuchean, Iker para todo, dos contras y victoria segura. Un chollo. El Robishow te tapará la boca, amigo.