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Primera | Espanyol - Real Madrid

Otro examen para el Madrid de Luxemburgo

Pablo García, novedad ante un Espanyol con De la Peña al mando.

Actualizado a
<b>VUELVE EL FENÓMENO. </b>Ronaldo, que fue baja en Lyon por sanción, vuelve a su equipo para ayudar con sus goles a salir del bache.
carlos mira

Cuando Luxemburgo negó los extremos, fijó nuestra atención en ellos. Y cuando explicó en este periódico que su "cuadrado mágico nace de ángulos mágicos" fijó nuestra atención en él. Luxa, que visto de cerca domina el arte de la seducción, cometió el insensato error de descubrir sus flancos (no diré extremos) y por esa imprudencia se le cuelan ahora las críticas, exactamente entre la oratoria y la banda.

Dicho esto, no creo que Luxemburgo sea mal entrenador y como le considero listo y superviviente de éxito, entiendo que la realidad podrá con el discurso y al final adaptará el juego a los futbolistas que tiene el Real Madrid, no la selección brasileña. Será, eso sí, y como viene sucediendo en las últimas temporadas, una adaptación remendona porque debemos admitir que una plantilla que tiene cinco mediapuntas (Robinho, Raúl, Baptista, Zidane y hasta Guti) es una plantilla, cuando menos, ligeramente desequilibrada. Más aún si esa fabulosa concentración de talento no se registra, ni de lejos, en el centro del campo del equipo.

Pese a todo, considero que el Madrid ganará muchísimos partidos esta temporada, más por su pegada de piedra que por la coreografía general, condicionada por las características de un equipo que es, por las características de la mayoría de su jugadores, lento. Picará como una avispa, pero dudo que llegue a volar como una mariposa.

El Espanyol pondrá hoy a prueba la capacidad de corrección del Madrid que, aunque es ajeno a las críticas, aportará una novedad en el centro del campo: Pablo García por Gravesen. Personalmente, dudo que el jugador uruguayo, en comparación con el danés, ofrezca algo más que orden y colocación, pues le falta tanto vuelo como al nórdico.

Vuelve Iván.

El Espanyol es el perfecto ejemplo de nuestra falta de paciencia. El equipo revelación de la pasada temporada, si ajustamos los parámetros de puesto final (5º) y plantilla (justa), ha sido duramente criticado por un mal inicio de campaña que se enderezó en la última jornada y en el reciente partido de UEFA (1-1, Teplice). Que el artífice del milagro, Miguel Ángel Lotina, haya sido cuestionado es sencillamente aberrante porque en pocos equipos se ha notado tanto la mano del entrenador, positivamente, me refiero. Sin Raúl Tamudo en escena por lesión, apetece ver el rendimiento de Iván de la Peña, cuya relación con el técnico no es demasiado buena y cuya exhibición de la pasada temporada en el Bernabéu aún se recuerda.

No ocurrirá, pero me pregunto qué haría Luxemburgo si Lotina jugara hoy con dos extremos que fijaran a los laterales del Madrid. ¿Subirían pese a todo? ¿Cambiaría el esquema sobre la marcha o renunciaría a las bandas?

Por cierto, no lo he comentado y vuelve Ronaldo. Y juega Robinho. Con ellos no hay ajedrez, sino fútbol, ese fantástico deporte en el que los buenos, si los dejas, se colocan solos.