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Primera | Real Madrid 2 - Celta 3

La Villar League (II)

La tarde empezó con Herreros coreado por el Bernabéu para festejar la Liga ACB, pero acabó con bronca arbitral, gol fantasma y un galimatías táctico provocado por esos cuadrados mágicos de Luxa que tienen desconcertado al personal. Míster, piénsatelo. Sólo con Robinho no bastará...

La Villar League (II)

'Robinho' al Madrid. Algunos ya se lo olían. En la gran noche de Robinho, en el día marcado en rojo para que la Pasarela Cibeles pusiese su broche de oro en el Sambódromo del Bernabéu, los sicarios de Villar volvieron a hacer de las suyas. Un no-gol de Canobbio que valió el 2-3 de la puntilla, un gol legal de Robinho anulado por fuera de juego muy discutible (las reformas del Reglamento están para aplicarlas) y un penalti postrero sobre el propio Robinho que no recibió castigo. Tiene retranca que el fichaje del verano tuviera un nombre premonitorio. Fue un 'Robinho' al Madrid. Hasta en Vigo me entienden perfectamente. "La vida sigue igual. Los árbitros nos van a machacar". Me lo comentaron los hermanos Núñez, dos manchegos corajudos que viven en Palma desde hace 30 años. Allí lideran un reducto vikingo (Peñas Es Fortí y Sa Pobla), que regresó hundido a la isla después de este triste 10-S.

'Cuadrado' Gravesen. La afición estaba de fiesta. Sólo quería disfrutar de buen fútbol y de las diabluras de ese 10 que provoca un run-run cada vez que toca la pelota. Pero el estadio vive un terremoto que se lleva todo por delante, incluido el talento de sus compañeros, cuando aparece Gravesen. El gran danés está como una moto, acude al encuentro del esférico bufando como si fuese la suegra, se juega la roja de forma temeraria y consigue que el cuadrado mágico de Luxa se convierta en un octoedro que sufre convulsiones incontrolables cada minuto que pasa. Un tipo con cara de cabreo creciente me dio una de las pistas para resolver el problema: "Míster, juega de una vez con bandas, porque la banda somos nosotros...".

¡Marañón attack! Me pongo de pie (y no soy el único) ante el partido que hizo el Celta. Dueños del garbanzo (que diría Pablo García), imaginativos y con llegada. Iriney, Núñez, Baiano y Gustavito López se ganaron a pulso un empate merecido. El triunfo no es cosa de ellos, sino del tal Marañón Cantón, que algún día debió comunicar en casa que iba a ser linier. Y seguro que está tan orgulloso y se pavonea, aunque sé que no el mejor momento para utilizar ese verbo... Suena el teléfono tras el polémico 2-3. Al aparato, Antonio García Ferreras, director de Comunicación del Madrid: "Nuestros aficionados no paran de llamarnos y nos paran por la calle. Nos recuerdan que Sánchez Arminio ya atacó al Madrid en la reunión de Santander. Nos cuesta cada vez más resistirnos a creer que ésto sea casual". Me da que Florentino, antes que perder otra Liga igual (quién calla otorga), va a fumigar este año su fair play. Atentos.

Samba. El caso es que el fútbol tuvo su espacio, no se crean. Horas antes del encuentro escuché a uno de los hombres del presidente este comentario: "Robinho es un mago... y además un niño. Por eso todo el mundo lo va a querer". 80.000 almas suspiraban cada vez que la recibía, se impacientaban cuando no le llegaban balones y festejaban sus regates como si fueran goles. Hay crack y el pueblo lo santificó incluso en una noche de derrota y amargura. El descaro del crío es de genio. Cuando iban 0-1 se dirigió a la grada y con los brazos les pidió que animaran. Shock en el Bernabéu. Desde Juanito no recuerdo nada igual. Buen síntoma. Es ganador. Y bailaor. Su corrillo vacilón con Baptista y Ronie tras el 1-1 dará que hablar.

Humor gallego. Los que también se rieron, lógico, fueron los 200 hinchas del Celta, que tiraron de buen rollito y sentido del humor con sus cánticos: "Menos Robinhos y más albariños". Se lo pasaron pipa con el gol de Antonio Núñez (otro ex que no perdona), pero apenas festejaron el de Canobbio. Y eso que estaban en ese Fondo. Lógico. Ellos tampoco la vieron entrar.

Noche de Brujas. Que no cunda el pánico. Estamos en los entrantes todavía. Para no irritarme más, me llega un mensaje salvador de Portillo desde Brujas: "He jugado los 90 minutos, hemos ganado 2-1 y yo di la asistencia del primero". Grande Portigol. Me cuenta mi amigo Balbino, 'el emigrante', que el chaval ya ha vendido 300 camisetas en una sola semana. Es Portinho...