El Buda Feliz tiene palabra

La manada ha vuelto. Dos goles válidos, dos anulados y una antológica pillería maradoniana (se llevó el balón con la mano con una gracia sólo al alcance de un buda feliz como él). Ronaldo impulsó una versión más saludable y edificante del Madrid de Luxa. Ronie fue el único tifón que sacudió Japón. Su país. El nido perfecto para sus correrías (futbolísticas). Aquí conquistó un Mundial, en el verano del Centenario madridista, tras tumbar dos veces al soberbio de Kahn en aquel Brasil-Alemania que obligó a Florentino a dar una orden bilardista: "Fichalo, fichalo". Cerquita de Tokio, en Yokohama, fue también donde ganó una Intercontinental con el triunfal Del Bosque Team después de una actuación estelar y cochazo Toyota de regalo incluido.

Le miras fijamente y lo entiendes. Ronie tiene unos ojos achinados que permiten pensar en algún bisabuelo japonés. Pero su sonrisa es como su fútbol. Vertical y excitante. Y, además, el tipo tiene palabra. "Ante el Jubilo Iwata espero marcar un gol, o quizás dos". Pues nada de rebajas, aunque estemos en la época. El brasileño puso un par de banderillas que nos permiten respirar a la legión de fieles de la 'Cofradía Ronaldiana', convencida de que si a este bonachón con dinamita en las piernas le dejas disfrutar de la vida y del fútbol en proporciones similares, nos premiará con un saco de goles que este año pasará de la talla L a la XL gracias a su excitante alianza con Cosminho (así apodan Roberto Carlos y R9 a Robinho).

Todo tiene una explicación. Ronaldo, como el resto de sus compañeros, se ha pasado dos días en el mismo hotel, descansando en la misma cama, sin subirse a ningún avión y con un régimen coordinado de comidas. Como diría Pedro Ferrándiz, en el caso del crack carioca el Madrid se aprovechó del reposo ronaldiano. Sin legañas, bien comido y bien servido, es una máquina sin sentimientos que no se detiene hasta que escucha el suave impacto del esférico sobre la red. Eso le excita. Por eso pidió tirar el penalti que le hicieron a él mismo. Chutó regular, colocado y sin potencia. Kawaguchi tocó, pero dio en el palo y entró. La suerte del ganador. Fin a la sequía de la Gira Mundial. Ya está ahí la Bestia. Buscando la alianza de Raúl, que está enorme, solidario y altamente comprometido con el juego. Raulinho.

Ambos conectaron con tino hasta conseguir que los japoneses del Jubilo Iwata (rival con más entidad y empaque que los verdugos del lunes) se rindieran sin oponer resistencia. Guti aprovechó la baja del tocado Zizou para recuperar su juego alegre entre líneas, que descubrió nuevas vías de exploración en ese entramado de medias puntas que tanto gusta a Luxa. De nuevo el Madrid jugó con sólo dos puntos cardinales (Norte y Sur), pero renunció descaradamente a las bandas (Este y Oeste).

Pero con la tropa metida en faena, sin jet-lags traicioneros y el estómago asentado, el Madrid sólo necesitó dos minutos para poner tierra de por medio. Un desmarque del ratonero Owen, un balón suelto en el área y ¡zas!, aparece el guepardo con la garra afilada para cazar la pieza. Ahí, Raúl es matador. Y eso que lo de su gol es secundario. El efecto Robinho le tiene con las hormonas del orgullo tan alteradas que estamos asistiendo a la mejor versión futbolística del capitán desde la temporada de la Novena. Él amenizó la velada y dibujó las jugadas más interesantes hasta que un disparo lejano de un tal Naruoka nos estropeó la digestión de los entrantes. No era un tiro descomunal, pero Iker reaccionó tarde. 1-1. Me preocupa Casillas. Lo noto frío, despistado, como si su cabeza estuviese en otra cosa. Él es el mejor portero de Europa y lo sabe. Pero no debe bajar la guardia. Calculó mal una salida que casi le cuesta otro gol y hasta Gravesen tuvo que quitarse de encima un balón que era claro del portero. Iker, el Madrid te necesita. Sé que es pasajero. Receta: para empezar, renuncia a ese jersey color butano que es gafarrón. Y feo. El día que se haga oficial tu renovación (está pactada desde hace mes y medio) quizás te veamos sonreír y parar de nuevo como los ángeles.

The pride of Iwata ("El orgullo de Iwata"). Así rezaba una pancarta en las gradas, esta vez casi repletas, de ese Ajinomoto Stadium en el que el lunes el Tokyo Verdy mancilló el honor de los galácticos. Estos japoneses, que han visto cómo Schillaci o Dunga han defendido su escudo, quisieron jugar a ganador y muchos lo temieron cuando tras el descanso el carrusel de cambios forzó una inédita pareja de centrales (Arbeloa & Raúl Bravo) para dar tregua a los tocados Helguera y Pavón. Falsa alarma. Pablo García se colocó de escudero por delante y estuvo más metido, mucho más en versión Osasuna. Con mando y parando el tráfico cuando era preciso. Al tanque uruguayo le pasa como a ustedes cuando van con la familia de vacaciones. El primer día todo es un desastre hasta que te haces con el hotel (clave saber dónde está el bar de la piscina) y te enteras de los horarios del restaurante. Pero a partir del tercer día te saludan en la recepción como si fueses el gerente. Pablo, todo se andará...

'Ronaláctico'. De estos bolos sólo los peloteros con talento te permiten salir del mero estudio analítico del juego. A Ronaldo se le había metido en su generosa cabeza que debía marcar varios goles y en la última media hora estaba desatado. Un Raúl hiperactivo y un enorme Figo (fuiste grande, Luis) se unieron al bombardeo para alimentar a este acorazado de las áreas. En cinco minutos metió tres goles, aunque le anularon uno de vaselina (precioso) y otro de cabeza (¡noticia!). Da igual. Es O Rei. Ronaldo, arigato. O sea, gracias.

Raúl sigue tirando del carro

Raúl fue de nuevo el jugador más combativo y activo del equipo de Luxa. El capitán fue el que abrió el marcador y sus compañeros le buscaron en todo momento. Raúl fue explícito tras el partido con el Iwata: "Ha sido muy importante esta victoria para nuestros aficionados japoneses. Hemos tenido un buen fútbol y nos hemos sentido cómodos porque hemos tenido el balón". Sobre su primer gol y el estreno realizador de Ronaldo, el capitán explicó: "Es importante que los delanteros marquemos goles porque nos ayuda a coger confianza".

El detalle: Helguera, Pavjón y Guti, tocados

Los dos centrales titulares del Madrid y Guti acabaron el partido con molestias. Los dos defensas se quedaron en el banquillo en el descanso. Los tres son duda mañana en Bangkok.