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Primera | Real Madrid

Los White Bulls

La primera escala de los galácticos en su Gira Mundial se saldó con un engañoso 3-1 ante los Chivas mexicanos. No fue Ronaldo, ni el infatigable Beckham ni el resucitado Zidane. Marcaron un canterano veterano (Guti), uno con la mili recién hecha (Mejía) y uno que ya se afeita solo (Soldado). Luxa, toma nota amigo..

<b>LLEGADA DE LUJO.</b> El Madrid fue recibido como las grandes estrellas de Hollywood.

Sueño americano.

No me negarán que el Madrid tiene, como Sevilla, un color especial. Con o sin títulos, su poder de seducción sigue inalterable. Ver a Raúl hacer de pitcher (creo que lo he escrito bien) en el estadio de los Cubs, al alcalde de Chicago declarar el 15 de julio "Día del Real Madrid" o a 55.000 ciudadanos born in USA llenar las gradas del Soldier Field (aquí vi a Goikoetxea marcar un golazo sin ángulo a Bodo Illgner en el Mundial del 94) para tararear orgullosos el himno de España antes del duelo con los Chivas aztecas es algo que sólo está al alcance de este All Star versión Phileas Fogg. Hasta la fecha conocíamos Chicago por Al Capone, su azote Elliot Ness, la Sears Tower (interminable), sus fantásticos clubes de blues y por esos míticos Bulls donde Michael Jordan nos convenció de que existe un Dios negro al que sólo le faltó para ser perfecto defender un día la sagrada camiseta blanca. Earvin Magic Johnson sí lo hizo...

Goal, goal, goal!

La cultura deportiva norteamericana se parece tan poco a la nuestra como sus gastronomías. ¿Se imaginan a Tom Cruise comiendo rabo de toro con salmorejo cordobés en vez del habitual menú de hamburguesas grasientas? Me cuentan desde la distancia que en las tribunas del Soldier Field hubo un murmullo de mosqueo tras el gol de Mejía. "Why?". Les rompió los esquemas. Suponía el 1-1, y allí no se entiende un empate. Son amigos del 'todo o nada' y del face to face (cara a cara) con el objetivo de que sólo uno grite victoria. Los responsables de la MLS (Major League Soccer) rezaban para que alguien destrozase las tablas. Por eso festejaron el goal de Guti a lo grande. No fueron los únicos. Esa rabia contenida del 14 es la que queremos ver los inquilinos de su apasionado sector crítico. No dudamos de la calidad de Guti, sólo de su carácter ciclotímico. Te pedimos que olvides esas ofertas herejes. ¿Existe algún sitio en el fútbol mejor que el Madrid? Quédate, sigue celebrando los goles como si hubieses ganado la Décima y aprieta las tuercas al Comandante Luxa para ganarte un sitio en sus marciales oraciones.

Cumbre en Cuco's.

Era sábado night, con mucho calor y sin prisas por ir a la piltra. En el Cuco's bar del barrio vi la transmisión por Telemadrid. Un afortunado. Hasta tres amigos que estaban de vacaciones me frieron a mensajes porque estaban en comunidades donde el canal autonómico no había comprado los derechos o no tenían sintonizado a los compañeros de Localia. De los que no estaban abonados a Realmadrid TV ni hablamos. Pues eso. Un privilegiado. Se me acerca el encargado de la barra, más blanco que Bernabéu. Mira a Pablo García con recelo. El uruguayo pierde un balón y se me subleva. Le convenzo con mucho esfuerzo de que será un buen fichaje. Pero cuando llegó al capítulo "¿Pero Robinho viene o no?", me gasté la saliva en balde. Florentino, sé que lo traerás, pero no reedites el culebrón Ronaldo. Ya no tenemos salud...

Galaxia fratricida.

En Chicago quedó claro que los canteranos deben derribar la puerta con hechos. Las quejas por no poder irse a un Primera de medio pelo me irritaron. Jugar en el Castilla será su último peaje antes de entrar en la Capilla Sixtina del fútbol, donde Zidane ha recuperado la magia en su nuevo ático con vistas. Mejía y Soldado lo han entendido. Para ser galáctico algún día hay que amar esta camiseta como Beckham, al que no le amanera ni la diadema. Y hoy, los Galácticos contra Los Angeles Galaxy. Duelo fratricida en el corazón de Hollywood. Sueño americano (allí) y sueño español (aquí). 4.30 horas. ¿Madrugo? ¿Empalmo? That's the question.