Primera | Málaga
El Real Madrid asumirá toda la ficha de Portillo
Florentino le dijo que sólo falta un fleco para cerrar su cesión
El Real Madrid está dispuesto a asumir toda la ficha de Portillo si finalmente cede a su canterano al Málaga. Es el último paso de una operación que dará con los huesos de la gran promesa merengue en Martiricos. El propio presidente madridista se lo manifestó al delantero en el día de ayer. Florentino Pérez se reunió en su despacho con Portigol para anunciarle que su llegada al conjunto malacitano tan sólo pende de un último fleco.
Las condiciones de la cesión de Portillo al Málaga han sido impuestas por el mismísimo Florentino. El mandatario blanco tiene especial debilidad por el ariete madrileño, sigue confiando en sus cualidades y cree que algún día será el nueve de su equipo. Este motivo impulsó al Madrid a lanzar esta última propuesta a la cúpula blanquiazul. El préstamo del jugador duraría una temporada (hasta el 30 de junio de 2006). Además, se mantendría una de las condiciones que están provocando la tardanza en el pase de Portillo al Málaga: no habrá opción de compra para los malagueños. Esa cuestión sigue separando a ambas entidades de alcanzar un compromiso definitivo. Hierro y Mendoza no quieren un nuevo caso Salva. Al jugador le agradaría jugar en La Rosaleda (sabe que muchos delanteros han reflotado sus carreras previo paso por la capital costasoleña). Lo que busca son minutos de verdad como tuvieron en su momento el propio Salva o el reciente Baiano. Y sabiendo que regresará al Bernabéu.
Lo que sí que interesa al Málaga es el sueldo del goleador. Las raquíticas arcas malacitanas nunca podrían asumir una ficha como la del madridista. Portillo percibe alrededor de 1,8 millones de euros libres de impuestos. Lejos, lejísimos de lo que puede pagar la entidad que preside Serafín Roldán. Por eso, Florentino seguirá abonando religiosamente los emolumentos del punta.
No obstante, hay una cuestión esencial no resuelta. El Madrid quiere incluir una cláusula antibanquillo. Portillo debería jugar un mínimo de 30 partidos de Liga. Es la técnica que usarán los blancos a partir de ahora para garantizar minutos a sus promesas, tal y como hizo el Barcelona cuando cedió a Sergio García al Levante.