Pedja Mijatovic
"Fue gol legal; Pessotto rompía el fuera de juego"
Ingresó en el santoral del madridismo al marcar a la Juventus, el 20 de mayo de 1998, el gol más importante de la historia moderna del club. Mijatovic acabó con la maldición de las Copas de Europa en color y alumbró una era de éxito. A sus 36 años, rememoró su gesta en el Donostiarra.
Hoy se cumplen siete años de la conquista de la Séptima. Y eso que aquél Madrid fue un desastre en la Liga.
Teníamos dos caras y en la Champions nos transformábamos. A partir del partido contra el Oporto nos dimos cuenta de que podíamos hacer algo grande. Pasaban las eliminatorias y había un gran ambiente en el grupo. La Liga estaba perdida y sólo nos quedaba la Champions. Sabíamos que habían pasado muchos años, 32, pero primero nos convencimos a nosotros mismos y jugando bien sabíamos que podíamos llegar lejos. Los comentarios de la gente nos hacían crecer. Y así fuimos paso a paso hacia la final.
Cuando se cayó la portería ante el Borussia, ¿pensó que podían echarles de la Copa de Europa?
Sí. Tenía un miedo tremendo porque al volver al vestuario pierdes la concentración y luego volver... Y piensas en la posible sanción. Pero al final el gol de Karembeu, un punterazo de los suyos, me hizo pensar: "Leche, ya veo cerca la final". Luego me lesioné y me perdí la vuelta. Pero fui con el equipo y ahí toda la gente, directivos y compañeros, me decían que íbamos a pasar y que la final de Amsterdam sería mía. ¡Y yo no les creía!
Y eso que usted no había marcado un gol en toda esa Champions.
Sí, es verdad. Hay un comentario de Sanchís en el vestuario que me ayudó: "Este año estamos muy fuertes en Champions y vamos a quedar muy bien porque tenemos al mejor jugador de Europa". Yo pensé que se refería a Raúl, que había metido dos goles unos días antes. Y le digo: "Sí, sí, el niño está de escándalo". Él me contesta: "No me refiero a Raúl, me refiero a ti". Imagínate, le di las gracias porque que un personaje como él me dijera algo así pues me impactó. Van pasando los partidos y veo que no marco y pienso: "¿Será posible? Vamos a llegar a la final y yo sin marcar gol". Y en la final, todo el mundo, no se porqué, estaba convencido de que en la final marcaría. Fernando Sanz me dijo: "Mañana tú marcarás y ganaremos la Copa de Europa".
¿Qué pasó el día antes? Usted se entrenó muy flojo en la víspera.
Dos días antes di un salto y me pegó un tirón. Le miro a Pedro Chueca y le digo: "Estoy jodido". Y él me dice: "Aguanta un poco hasta el final sin forzar para que nadie se dé cuenta". Al día siguiente, en el último entrenamiento, yo llevaba las medias hasta arriba porque llevaba un vendaje a lo bestia. Estaban tirando faltas y penaltis Davor y Fernando. Heynckes no sabía lo mío. Sólo lo conocían Pedro Chueca, Davor y yo. Le dije: "Míster, no me quedo a tirar penaltis". Y él: "Sí, te tienes que quedar por si mañana llegamos a los penaltis". Y le contesto: "No, no, mañana meteré el gol y ganaremos la Copa de Europa". No tiré porque si lo hago me hubiera roto y me habría quedado fuera de la final. Nadie se enteró.
Las noches de la final están cargadas de símbolos. ¿Hicisteis algo especial?
Nos reunimos todos en mi habitación y estábamos hablando. Vinieron todos los titulares y Davor. Todo el mundo apostaba por la Juventus y dijimos: "Bueno, chicos, estamos aquí. En la Liga hemos hecho 'mierda' y si no ganamos la Champions la vuelta a Madrid va a ser muy dura. Hierro tiraba de todos. Siempre estaba ahí. Se preocupaba más de los demás que de él mismo. Ahora que conozco toda la movida de primera mano, sé que si él fuera otro personaje aún estaría en el Madrid.
¿Como prepararon la final?
Nos pusieron vídeos de la Juve en los que se veían unos golazos de ellos y pensábamos: "Demonios, es imposible ganarles". El único fenómeno que no te ponía vídeos del rival era Capello. Nos ponías las cosas buenas que hacíamos y los fallos. Pero del rival nada de nada...
¿Qué tal con Heynckes?
Heynckes era un buen tío, un amigo. El también estaba fatal y necesitaba el título muchísimo. Sabía que no iba a continuar pasara lo que pasara en la final.
¿En qué momento se dan cuenta de que pueden ganar la final?
Cuando termina el primer tiempo. Ellos no tuvieron ocasiones y pensaba que en el segundo tiempo estarían muertos. Fue cuando empezamos a jugar y a controlar el partido. Viene mi gol y a partir de entonces ellos tuvieron una ocasión, pero nada más. 1-0, justito y la Copa nuestra.
Pues muchos periodistas y aficionados han dicho sin cortarse que ese histórico gol fue en fuera de juego.
Y si hubiera sido fuera de juego, ahora te digo, peor para la Juventus. Pero no lo fue. Ellos ni protestan. Pessotto intenta bloquear el centro. He visto una imagen de él que estaba en el suelo. Eso es lo que rompe el fuera de juego. Ellos no protestaron nada ni reclamaron esa jugada. Y yo he estado en Italia y la Juve protesta siempre. Fue legal. Como una casa.
¿Comprendió la magnitud de este club en aquella noche mágica?
Conocía la historia legendaria del Real Madrid y era increíble ver la cantidad de gente que lloró en las gradas. Me preguntaba: "¿Será posible que sea tan importante?". Soy un privilegiado porque todo el país estuvo pendiente de la Copa de Europa y el gol fue mío.
¿No fue demasiado rápida su salida del club después de aquella gesta?
A mí me quedaban aún tres años de contrato cuando me marché. Yo no me llevaba bien con Toshack. Discutimos y tuvimos nuestros problemas. Cuando acabó la Liga yo tuve un problema en el tendón y no sabía si operarme o no. Se empezó a hablar de la 'Quinta de los Ferraris'. Ahora eso es una cosa normal, pero entonces no lo era tanto. Todo eso me hizo pensar que aquí podía tener problemas. Hablé con el presidente y me dijo que seguía Toshack. Medité: "Después de marcar un gol histórico y pasarlo tan bien, ¿ahora voy a litigar con el entrenador? Si él me pica, yo voy a tener que responderle".
Y se fue...
Pensé que con tanto lío la gente se podía cansar de mí y tomé la decisión de irme. Cuando di la última rueda de prensa dije que Toshack sólo llegaría a noviembre y fue ahí cuando le cesaron. Por lo menos el madridismo me va a recordar por los momentos buenos. Y hasta hoy.
¿Es usted supersticioso? ¿Qué llevó para ese partido?
Durante muchos años siempre hice las mismas cosas. Me tocaba las botas, varias cosas antes de dormir, colocar las cosas en su sitio, como lo hace un torero ahora. La misma manera de entrar con el pie derecho. Con las medias de determinada manera o los vendajes.
¿Qué diferencias ve, siete años después, entre su Madrid y este Madrid?
Da la sensación que se ha perdido la mística un poco. Como equipo era más equilibrado el mío. Eran otros tiempos, teníamos un ambiente muy sano, éramos amigos, nos ayudábamos. También éramos muy buenos jugadores. Era un equipo con grandes nombres, pero no teníamos la palabra galácticos como tienen ahora. No éramos galácticos, pero éramos un buen equipo. Tenía buen ambiente y eso se respiraba hasta en las salidas nocturnas. Coincidíamos por la noche y era espectacular. Cuando consigues el objetivo la gente no se mete contigo aunque te vea por ahí. Sabía que éramos jóvenes, que hay que relajarse y estás perdonado mientras consigues títulos.
Ahora, quizá usted hubiera sido el primer galáctico.
Y quizá Balón de Oro, sólo lo fui de Plata. Puede ser que sí, pero yo me quedo con lo mío de antes, con respeto a lo de ahora. Yo no puedo opinar del vestuario, no estoy dentro. No lo vivo y no puedes opinar, no eres objetivo.
¿Con qué jugador del Madrid de ahora le hubiera gustado haber jugado?
Con todos, es un gran equipo. Quizá como yo era delantero, me quedo con los balones, las jugadas y las ideas de Zidane. Como delantero lo necesitaría a él. Con Guti he jugado y te da unos pases verticales tremendos, es algo alucinante. También admiro los córners y las faltas que saca Beckham, aunque yo no era un cabeceador. A Davor Suker le hubiera gustado jugar más con él. Y Figo también.
¿Qué opina de Iker Casillas? Usted llegó a conocerle...
Casillas se entrenaba con nosotros dos veces a la semana y se le veía con muchas ganas de hacer las cosas bien y aprender. Teníamos a Buyo y a Cañizares. Pero a Iker se le veía buena pinta. Para mí es el mejor portero del mundo.
¿Se siente responsable de que Etoo esté en el Barça? Usted fue uno de los que le representó...
Él fue inteligente por elegir. Aunque es mejor Madrid, sabía que iba a jugar más allí que aquí. Son decisiones duras, pero él veía que podía triunfar. Yo no he visto a ningún jugador del mundo convertirse en grande desde el banquillo. Él tenía ganas de triunfar en un equipo grande. Decidió el Barça porque cambiaba de generación y creo que acertó. Valorando la situación de los dos equipos, viendo los jugadores de ambas plantillas, yo también hubiera elegido al Barça. Cuando yo llegué al Real Madrid, se acababan de ir la generación de antes y llegábamos gente nueva. Ya no estaban Butragueño, Míchel... Eso hay que valorarlo. A mí me faltaban títulos y me fui donde podía conseguirlos.
Acabamos maestro. Cada 20 de mayo de 1998 seguro que será su santo.
Es un día especial y más que especial. Se acuerdan más de esa fecha que de mi cumpleaños. Además acaba en 8, que es mi número favorito. Ha sido todo muy bonito e inolvidable. Lo viví. Allí estuve.
Que Dios se lo pague. Yo también lloré en el Amsterdam Arena...