¡Amunt Valencia!

El alirón, más cerca. 5-0. Tal y como estaba previsto. Las cuentas de O Rei Luxemburgo son como Butragueño ante Dinamarca en Querétaro: infalibles. La Cofradía del Clavo Ardiendo sigue disfrutando de sus días de sodoma y gomorra. Somos felices, salimos a la calle sin complejos, repartimos sonrisas sin cobrar peaje por ello y le contamos al pueblo que nos escucha, que ya es legión, la única gran verdad: "Amigos, el Madrid va a ganar su Liga número 30. El alirón del Barça tendrá que esperar. Aquest any... tampoc". Dios castiga sin piedra ni palo. Sobre todo la prepotencia. Resulta que los Laporta Boys pensaron primero en regresar de Mestalla por carretera para festejar hoy la conquista del título subiendo por los pueblos del sur de Cataluña. Alguna voz coherente les hizo rectificar, pero contraatacaron pidiendo a las autoridades del aeropuerto del Prat que habilitasen la Terminal C ante la avalancha de hinchas que acudirían para cantar el "campeones, campeones". Ingenuos...

Valencia al ataque. Lo bonito del fútbol es que apasiona por igual a indios y vaqueros, a homeless y banqueros. Hoy se llenará de colorido Mestalla para tumbar al Barça, acercarse a la Champions y dejar la Liga al Clavo Hirviendo. Los piques con el Valencia de los últimos años han caducado. Si lo dudan, vean la preciosa publicidad institucional pagada por el club levantino para alentar a su afición ante la llegada del líder: "Porque Mestalla estará a reventar; porque tenemos que ganar; porque esta afición merece noches de Champions; porque nuestros jugadores no nos fallar porque nosotros no fallaremos a nuestros jugadores; porque en Mestalla la fiesta es sólo nuestra; porque tenemos espíritu de campe porque todos somos Antonio López; porque 'tots a una veu...'. Porque somos el Valencia; Juntos, siempre campeones. Un único sentimiento: Amunt Valencia". No sé ustedes, pero a mí se me ha puesto la piel de gallina. Si yo fuera Aimar, Di Vaio o Mista, hoy me haría una petaca con Etoo, Ronaldinho y compañía. La Liga en fallas. La clasificación (Barça 78; Real Madrid 75) es una homenaje al concurso de AS: Ligamanía.

Cofrade Raúl. Los alrededores del Bernabéu, horas antes de la académica manita al Racing, presagiaban tarde de fiesta mayor. En el California me encontré con mis cofrades, liderados por Toñín, que con su capote de Enrique Ponce y montera tapando calva creciente iba repartiendo orgulloso decenas de papeletas para alistarse a la Cofradía del Clavo Ardiendo. "Tomás, me han llegado solicitudes de Jerez, Murcia, Cáceres, Asturias, Teruel... ¡y Barcelona!". También lo pide por carta María Cristina Martín, de Valladolid. O Alberto, cincuentón que se autodefine como "vikingo fiel de San Sebastián de los Reyes". Llegan los líderes de la Peña Barajas, la Peña Los Dos, tres peñas de Toledo... Todos creen. Me mensajean tras la victoria mis amigos el Chato, Antonio, Juan y Agustín: "Raúl es el Cofrade Mayor y Ronaldo la imagen que veneramos camino del trono de la Liga". Os quiero.

Erre que erre. Raúl & Ronie; Ronie & Raúl. La 'doble R' del ataque del Madrid es tan contundente como el Renault de Fernando Alonso o los cañonazos de Rafa Nadal desde el fondo de la pista. Madridistas ambos, por cierto. Los números no engañan. Ronaldo se pone con 20, a tres (bonito número) de Etoo y de ese Barça que está a la misma distancia. Veo cierta desconfianza en la fiera mirada de Samu. Y Raúl ya lleva 250 golitos con su blanca firma. Pasan los años y la vida sigue igual. El Barça, temeroso. Piensan como la niña de Poltergeist. "Ya están ahí...".