"Ganaremos en Madrid... y también en Barcelona"

Fernando Roig (58 años, Poble Nou, Valencia) es presidente del Villarreal, de Pamesa Cerámica, accionista de Mercadona (presidida por su hermano Juan, también máximo responsable del Pamesa Basket), y en general (seguro que olvido cargos y acciones), lo que podríamos denominar un empresario de éxito en el sentido literal del término: alguien que emprende actividades y las lleva a buen fin (léase lucrativo o muy lucrativo). Lo que Lopera definió, en un intento de definirse a sí mismo, como una persona con el don de ver un billete de mil detrás de un tabique. Por si no ha quedado claro.

A falta de pocas horas para el partido que enfrentará al Real Madrid con el Villarreal, Fernando Roig visitó AS en compañía de José Manuel Llaneza, consejero delegado del club, mano derecha, cerebro gris (plata), virtual director deportivo, ministro de exteriores y poli bueno. Ambos son los principales responsables de que el Villarreal sea el equipo de moda en España, los artífices de un milagro financiero y deportivo que permite al club ocupar el cuarto puesto en la Liga con un presupuesto de 36 millones de euros, el más bajo después de Albacete, Getafe y Numancia. Para hacerse una idea: el Madrid cuenta con un presupuesto de 300 millones de euros.

Lo sorprendente es que bajo presupuesto no quiere decir en esta ocasión equipo modesto practicante del patadón, autobús bajo la portería y defensa propia, sino maravillosa formación repleta de estrellas (Riquelme, Forlán, Sorín, Reina...), alimentada por una cantera modélica que reparte futbolistas en todas las selecciones, inferiores (y superiores). "Aspiramos a tener en poco tiempo la mejor cantera de España y por eso contamos con chavales de todo el país, muchos de Madrid. Nuestra escuela cuenta con más de 80 internos, en los que se cuida de igual manera la formación deportiva y la académica. El chico que no responde con compromiso y respeto no continúa con nosotros, nos da igual que la pegue bien". Las explicaciones son de Roig y Llaneza, tanto monta.

La gestión del Villarreal, que ha sabido superar el hándicap de una ciudad con sólo 47.000 habitantes, combina los criterios empresariales con los deportivos, pero en la dosis justa, que es donde radica el secreto. De cada fichaje se hace un estudio minucioso en el que se analiza, primero, el rendimiento deportivo del futbolista pretendido (se observan no menos de 20 partidos del jugador en cuestión). Luego se comprueba que tenga una vida ordenada y por fin se valora el precio a pagar y su amortización deportiva. Así fue contratado también el entrenador chileno Manuel Pellegrini, ex de River y San Lorenzo e ingeniero de afición.

"Cuando fichamos al entrenador meditamos mucho sus características y sus sistemas de juego. Entendíamos que tenía que ser un técnico que apostara por el buen fútbol y que sacara el máximo rendimiento de algunos de nuestros mejores jugadores, como Riquelme. Ahora se ve que hemos acertado", afirma Roig.

El presidente lleva al extremo su visión empresarial del fútbol. "Nosotros vendemos un producto y tenemos la obligación de que sea el mejor posible. Por eso es nuestra obligación que el equipo juegue bien, sobre todo eso, nadie se puede permitir el lujo de no hacerlo. Y por eso mismo felicité a los futbolistas después de quedarnos fuera de la UEFA, porque jugamos bien". Roig se refiere a la eliminación en cuartos de final frente al AZ, especialmente sangrante porque el Villarreal fue mejor en los dos partidos.

A pesar del magnífico momento por el que atraviesa el Villarreal, Roig y Llaneza juegan a ejercer de humildes directivos de club supuestamente modesto que visita la pretenciosa capital. Por eso dudan de que la visita de su equipo haya generado algún tipo de temor en el todopoderoso Real Madrid, casi absoluto protagonista de los partidos gane o pierda. Es curiosa esa dualidad en el presidente, por otro lado magnate de los negocios. Tal vez por eso, la prudencia no le impide mostrar la confianza que tiene en sus jugadores. "Creo que vamos a ganar, aunque tengo presente que todavía no lo hemos hecho nunca contra el Madrid". Alguien recuerda el empate a cero de la primera vuelta y el absoluto acoso de los locales en El Madrigal: 48 balones al área y 14 remates.

Rivalidad deportiva aparte y pese a convertirse su equipo en la principal amenaza de La Cofradía del Clavo Ardiendo (los madridistas que creen sin ver y bailan sobre el alambre), Roig no escatima elogios al referirse a Florentino Pérez: "Creo que es uno de los mejores presidentes que ha tenido nunca el Real Madrid y tengo una magnífica relación con él".

Juez y parte. Lo cierto es que el Villarreal se ha convertido por categoría y calendario en uno de los posibles jueces del campeonato. En la penúltima jornada visitará el Camp Nou y ya son muchos los que esperan con morbo la llegada de Riquelme, cuya ficha paga en un 60% el Barcelona. Otra de las grandes operaciones que ha firmado el club castellonense.

El argentino se ha rehabilitado en su actual equipo y lidera lo que podría llamarse el Villarreal de La Plata. En contra de los rumores que hablan de un jugador introvertido, Roig y Llaneza destacan las cualidades humanas del genio que se crió en Boca Juniors, tan capaz de mostrarse arisco con la prensa como de invitar a los jugadores del filial a un suculento asado. "En cualquier caso, el cometido de un futbolista no es contar chistes, sino jugar al fútbol. Y Román eso lo hace muy bien", apunta Roig.

Pero el futuro del Villarreal no sólo se planea en materia deportiva. El club pretende arraigarse en toda la provincia de Castellón, ofrecer abonos tan asequibles que será difícil no comprarlos y consolidarse socialmente. Y del mismo modo que el Madrid presume de la simpatía de estrellas del deporte como Sergio García o Ferrero (ambos de la Comunidad Valenciana), el Villarreal saca pecho con el joven tenista Roberto Bautista, subcampeón del mundo y ex futbolista del club en categorías inferiores. Todo ello partiendo de una deuda cero que se confirmará esta temporada.

De nada valen los ruegos de Roncero pidiendo tregua. Roig, socarrón como sólo lo es un empresario socarrón, lo lamenta y asegura que "el Villarreal ganará en el Bernabéu... y también en el Camp Nou". Sólo a ese clavo se puede seguir agarrando La Cofradía.

La camiseta de la gran revelación

Fernando Roig regaló a Alfredo Relaño, director de AS, una camiseta del Villarreal con la firma de todos los futbolistas del equipo. La prenda puede ser histórica si el equipo amarillo consigue clasificarse para la Champions League.