El delegado y yo aún confiamos

Una de las personas del Albacete que más confianza me transmite es su delegado, Pedro Martínez Bravo. Es de esos hombres que nunca arrojan la toalla, que le gusta dar la cara en los momentos difíciles, siempre le encuentras cuando le necesitas, pasa desapercibido en los momentos dulces y tiene las cosas muy claras. Ayer mismo me decía que si el Numancia y el Mallorca creen todavía en sus posibilidades, ¿por qué no vamos a confiar nosotros en las nuestras? Y la verdad es que no le falta razón al bueno de Pedro. Y es que es cierto. La nave no navega demasiado bien, pero no está hundida.

El asunto, para qué nos vamos a engañar, está complicado. La dinámica en la que se ha entrado es muy negativa, pero no queda otra que seguir luchando y creer que la permanencia es todavía posible. Para lograr la remontada hay que empezar a ganar ya y qué mejor sitio que San Mamés para que se consiga una victoria que daría moral a todo el entorno albaceteño.

Me gustaría ver en Bilbao a un Alba ordenado, sereno y con confianza para dar esa campanada que casi nadie espera. Por tanto, yo estoy con el delegado del Albacete. A lo mejor el bueno de Pedro y yo nos estamos agarrando a un clavo ardiendo, pero como él mismo dice, "si hay que llorar, ya tendremos tiempo".