El Sevilla es un equipo que tiene, entre otras cosas, un magnífico lateral derecho por el que se interesó el Madrid (Sergio Ramos), un estupendo entrenador por el que nunca se interesó el Madrid (Caparrós), especialista, por cierto, en sacar rendimiento de una cantera muy interesante (Navas), y un director deportivo (Monchi) con olfato para descubrir talentos internacionales a bajo precio que en su mayor parte han terminado por interesar al Madrid, véanse Baptista y Alves. Un lateral, dos centrocampistas, un entrenador y un manager. Hasta aquí puedo leer. Son ustedes muy libres de pensar que los árboles no dejan ver el bosque o de recordar la historia del cubano amapola que se casó con Sara Montiel por lo hermosa que era hace 50 años.
Ese Sevilla, quinto en la Liga y a un solo punto del Madrid, no lo olvidemos, visita hoy el Santiago Bernabéu, escondido tras el ruido de nombramientos y patadas hacia arriba que aún resuenan en el paseo de La Castellana y alrededores. Sacchi podría estar en el palco.
García Remón no incluyó ayer en la convocatoria a Morientes y Roberto Carlos, se dice que por problemas físicos, aunque en realidad son problemas químicos. También son graves errores de planificación de Camacho, que organizó un embrollo y luego se fue muy digno. Raúl Bravo volverá a jugar de lateral izquierdo, se supone que porque no hay en la cantera un joven más prometedor en esa demarcación, asunto harto preocupante. Beckham regresará al once inicial en lugar de Javi García y Owen estará en el banquillo porque Ronaldo ya está recuperado de sus molestias, siempre rotan los mismos, los que mascullan y no se les entiende.
El Sevilla presentará una peculiar delantera formada por Carlitos y Baptista, curiosa pareja, niño travieso y bestia corrupia, pero ninguno ariete. Darío Silva no está convocado y Makukula no ha debutado todavía porque es víctima del síndrome Woodgate (teoría del eterno trote). Pablo Alfaro, terror del madridismo sensible, también será baja, en este caso, por decisión técnica. En su lugar, el canterano Pablo Ruiz.
Para el Madrid es poner a prueba el pequeño milagro que se vivió en Santander: el triunfo de la humildad. Para el Sevilla es aprobar su única asignatura pendiente: demostrar la misma fortaleza fuera que en casa. Para Sacchi es la confirmación de que existen Papá Noel, los Reyes Magos y el ratoncito Pérez.
Baptista es el máximo goleador en 2004
El brasileño Julio Baptista es el máximo goleador del año 2004, con 23 goles. Le siguen Etoo (21), Tamudo (19), Ronaldo (18), Torres (17), Nihat (16), Villa (15), Guerrero (14), Milosevic (13) y Ronaldinho (13). Durante la presente temporada, Baptista ha logrado siete goles, todos ellos en jugada, lo que le convierte en el mejor artillero del Sevilla. Ayer, el brasileño advirtió al Real Madrid: "Vamos al Bernabéu a sacar puntos. Queremos terminar este inicio de la Liga con una victoria en el estadio del Madrid, porque eso sería una cosa grandísima. Este encuentro es diferente a cualquiera de los demás. Nos enfrentamos a un equipo muy fuerte y vamos a visitarles con una única intención clara, la de ganar y llevarnos los tres puntos del Bernabéu".
