"En las Ligas de Tenerife casi todo fue anómalo"

¿Ha superado usted el trauma de las dos Ligas perdidas en Tenerife?

¡Qué remedio! Fue todo tan anómalo que cuesta asimilarlo a pesar del paso de los años. No olvido que fueron dos partidos con un sol radiante, con dos arbitrajes discutidos, un rival crecido que se dejó el alma en la primera Liga aunque no se jugaba nada... Para qué engañarle, no me trae buenos recuerdos.

El arbitraje de García de Loza en 1992 fue sonado.

Mire, durante la semana recuerdo que desde Barcelona se estuvo calentando mucho el ambiente acusando a los ex madridistas que estaban en el Tenerife de estar por la labor de dejarse ganar. Eso fue creando una bola de nieve y por eso el ambiente en el Heliodoro fue terrible, como si el Tenerife se jugase la Copa de Europa. Encima, a Milla le anularon un gol legal con 1-2 y yo desperdicié dos ocasiones clarísimas. Después recuerdo la expulsión de Villarroya, el gol de Rocha en propia puerta, el extraño gol tras la cesión de Sanchís a Buyo... Insisto, todo muy anómalo. Y hay más.

¿Qué?

En la Liga perdida en 1993 veníamos de eliminar al Bacelona en las semifinales de la Copa. Pues resulta que si llegamos a quedar eliminados y como la otra semifinal era Valencia-Zaragoza, al Tenerife le hubiera convenido perder con nosotros para que así se ganase una plaza más para la Copa de la UEFA y haberla cogido ellos. Pero el Madrid no podía especular con eso. Con Benito Floro íbamos a por el doblete...

¿Esas derrotas restaron credibilidad a la Quinta del Buitre?

Hombre, en aquellos años sufrimos la marcha de Schuster, las graves lesiones de Hugo Sánchez y Prosinecki, la marcha de Martín Vázquez... Digamos que la columna vertebral se había partido. Lo que más me dolió es que, a diferencia de ahora, al perder esos partidos quedabas fuera de la Copa de Europa y te condenaban a la UEFA. Un castigo terrible a pesar del grandísimo esfuerzo que hicimos.

Y, encima, todo el mundo recordándoles lo bien que jugaba el Dream Team...

Nunca negaré que disfruté con el fútbol que hacía aquel equipo, pero la historia no ha sabido valorar que aun con ese juego tan espectacular estuvieron a nuestra merced hasta la última jornada en dos Ligas consecutivas a pesar de que a nosotros nos criticaban con una fiereza fuera de lo normal.

Volvamos al siglo XXI. Parece que ustedes van a Tenerife sin mucho empeño para seguir adelante en la Copa...

En absoluto. Claro que queremos seguir vivos en la Copa. Llevamos varios años acercándonos a ese título y sé que a los jugadores les motiva. Además, esta competición nos está sirviendo de banco de pruebas y nuestra única idea es seguir adelante. No tiraremos la Copa.

¿Pudo ver el Málaga-Real Madrid desde la República Dominicana (acudió allí el pasado fin de semana a inaugurar una escuela del club blanco)?

Sí. Aquí la parabólica da los partidos del Madrid. Me encontré con mi equipo más aplomado que nunca, sobrio y ordenado. No pasó apuros y arriba resolvió bien. Poco a poco, encontramos el tono.

A menos de dos semanas del clásico con el Barcelona, parece que ya llueve menos...

Ya lo dije hace un mes. Tranquilidad, tranquilidad. Esto da muchas vueltas. Primero vamos a ganar al Tenerife y al Albacete y el lunes conversamos de nuevo.

¿Cuál es el secreto del éxito de García Remón?

Hay que valorar que cogió al equipo en una situación delicada, pero lo bueno es que ha dado al cargo estabilidad. Mariano ha transmitido su talante. Es coherente y dialogante. Ha fomentado un buen clima en el vestuario. Es de la casa y consideramos un acierto su nombramiento.

¿Y no le preocupa Ronaldo? Ya no marca goles...

¡Cómo me va a preocupar si está mejor que nunca! Está teniendo mala suerte porque es el Ronaldo más comprometido y solidario que he visto nunca. Ayuda en todas las facetas y sólo ha perdido algo de eficacia. Ya sé que la ocasión de Málaga suele meterla, pero no olvidemos que vino tras un espectacular robo de balón. Creo que Ronaldo está cada vez más cerca de iniciar una racha goleadora. Y de eso sé algo, se lo recuerdo...