En Ucrania los aficionados son del Madrid, no del Barça

Florentino fue ayer un hombre feliz. Gregorio Surkis, el magnate de la metalurgia de Ucrania que preside el Dinamo de Kiev se dignó a visitarle personalmente para disculparse por no poder asistir anoche a la cena oficial que reunió a ambas directivas. Surkis se mostró tan solícito que, incluso, hoy irá a recoger a su colega jerárquico para mostrarle la fastuosa ciudad deportiva del que fue el equipo de la policía soviética. Florentino le perdonará así al bueno de Gregorio la poca delicadeza que tuvo hace dos semanas al presentarse en el aeródromo de Torrejón a las tres de la tarde y excusar así su ausencia de la comida del Ritz.

Además, el presi se entusiasmó horas después al comprobar que hasta en Ucrania hay fervor por sus galácticos. Cerca de un millar de fans corearon la entrada al campo del estadio Olímpico de Kiev de Ronaldo y Zidane. Mira cómo van los dos valientes, sin gorro ni nada. Es lógica la admiración de Superfloren hacia sus cracks porque la climatología vuelve a su cauce en estos lares y para el partido de esta noche está prevista a las 21:45 (hora local) una temperatura cercana a los cero grados.

Pero el Real Madrid estará arropado por su gente. La Peña Rusia apareció en el entrenamiento y hoy le tocará el turno a la Peña Real de Odessa, que acaba de nacer. También se dejaron ver los de la Peña Al Ataque, ataviados con los típicos gorros rusos, la Peña Orgullo Vikingo y la entrañable Peña de Los Dos. A última hora llegó el contingente de 75 miembros de la Peña Cinco Estrellas, por lo que esta noche medio millar de fieles habrá desafiado a la distancia y al frío para alentar a los Galácticos. Aquí son todos del Madrid.

Lo notas en los bares, en los restaurantes y en los pubs. El Barça no tiene ni la mitad de tirón. El Real es el Real, me apostillaba el dueño del hotel donde nos estamos alojamos todos los periodistas. Ubicado, por cierto, en el Shevchenko Boulevar. Aquí saben cuidar a sus ídolos.