Owen y Morientes, dúo de ataque para Leganés

Tras la tempestad llega esa calma mediterránea, propia de un capítulo de Verano Azul. Los triunfos mínimos (y máximos por su valor) ante Dinamo y Valencia se han convertido en un cordón umbilical que ha devuelto al Madrid la sonrisa, la ilusión por vivir, por disfrutar del fútbol. Para corroborar ese estado de nirvana emocional, García Remón ha decidido hacer un mixto que evite ponerle en el disparadero en caso de que en Butarque se dé una noche toledana (ya saben, Florentino se estrenó en la Copa con un Waterloo en el Salto del Caballo hace tres años). Por ello, se olvidará de que los blanquiazules del sur de la capital están en Segunda B. Ya no es el subproyecto inflado de ese argentino llamado Grinbank que al final dejó a un pueblo entero y a una afición modélica tirados en la cuneta del engaño. Por eso adivino que existen pocas semejanzas entre este Leganés-Real Madrid de hace un año (un gol agónico de otro argentino, Solari, dio pie a la prórroga salvadora) y el Lega-Real de hoy. Más castizo, más madrileño, más del Foro. Aimar (otro hijo de la Pampa) ha dejado su lugar en el banquillo a Paco Gutiérrez; y Carlos Queiroz, interminable nudo de corbata, a García Remón. No es lo mismo, que trovaría Alejandro Sanz.

Media Galaxia.

Mariano ha dejado que Ronaldo se vaya a París (los papeleos de la boda tiran mucho, amigo), que Roberto Carlos busque su reencuentro con el compromiso perdido, y que Raúl prepare su semana grande en su décimo aniversario, mientras que Salgado, Guti (sancionado), Helguera y Solari (tocados) no tendrán que rendir cuentas en Butarque Stadium. Pero, ojo, García Remón sacará a los nueve disponibles del primer equipo (entre ellos, el recuperado Borja), completados posiblemente por Juanfran, a la derecha, y Alex Pérez, a la izquierda. Vuelve César, Mejía repite en la banda (segunda oportunidad), Raúl Bravo, Pavón y Celades reaparecen, y Owen y Morientes repiten el dúo atacante de la noche del Trofeo Bernabéu con los Pumas. Suficiente para evitar un final trágico. Pero el monstruo del Lega-Ness está vivo. En Segunda B lleva tantos puntos como este Madrid light: 13. Yo no me fiaría un pelo...