Anfield: el noveno templo

En el vestuario ha sonado más esta semana el nombre de Anfield que el de Liverpool. Porque cuando uno se enamora en París y pasea por Montmarte, visita el Louvre o cena a orillas del Sena, no se sabe de quién se enamora más, si de París o de la chica. El caso es que a los jugadores se les iluminan los ojos hablando de Anfield. Jugar aquí al fútbol es comparable a navegar por el Cabo de Hornos o escuchar jazz en Nueva Orleans. Es estar en el momento justo y en el sitio adecuado.

Hay campos en los que huele a azufre, como en el Ali Sami Yen de Estambul, y en otros, a cerveza, como en el Landsdowne Road dublinés. En Anfield huele a incienso. Como en los templos. Y es un hecho constatado que cuando el Depor olfatea ese litúrgico aroma de las catedrales futbolísticas sus prestaciones se disparan. Quizás responsabilizados por el protagonismo que cobran en estos estadios, en los que el fútbol supera la dimensión banal y la tribal, los coruñeses exhiben su perfil más aristocrático. San Siro, Old Trafford, Parque de los Príncipes, Delle Alpi, Bernabéu, Olímpico de Múnich, Highbury, Camp Nou... En todos salió vencedor. Hoy visita Anfield, el noveno Templo. Quizás el más simbólico.

Javier Irureta, que ya ha entrado en la historia del Depor como antes lo hizo Bill Shankly en la del Liverpool, ha parafraseado al técnico más laureado de los Reds en su homilía previa al choque: Este partido no es una cuestión de vida o muerte. Es algo más serio. Y es que el Depor ocupa la última posición del grupo. Una derrota sería mortal y un empate, grave. El Liverpool lo sabe y Benítez ha amenazado con incomodar al Depor con un encuentro galopante en el que el frenesí no deje pensar a los de Jabo. La vertiginosidad del encuentro que planteará Benítez dificultará la tarea de los hombres encargados de trenzar el fútbol deportivista desde atrás: César, Andrade, Duscher y Mauro Silva. A eso se sumará la presencia del envenenado Kewell y del vertical Luis García en las bandas. Además, el Liverpool desatará a Cissé y Baros arriba. Y todo bajo la batuta de Xabi Alonso, un jugador que piensa muy rápido.

Pero este aristocrático Deportivo ha demostrado su sabe estar en escenarios del linaje de Anfield. Pocos acumulan tantos méritos en plazas de tanta enjundia y equipos del empaque de Liverpool. Con Mauro Silva, el Cid blanquiazul, a la cabeza, el Depor acude al asalto del último templo por conquistar. Anfield, donde nadie camina solo.

Xabi Alonso: "Hay que jugarles rápido, con mucha intensidad e incomodarles"

Xabi Alonso, que considera que su adaptación al fútbol inglés es buena, se ha rehabilitado en el Liverpool tras su gol ante el Fulham y volverá a ser titular. El donostiarra no puede olvidar que siempre que se enfrentó al conjunto coruñés lo pasó mal. Esas malas experiencias le han enseñado cómo jugarle: Siempre que he jugado con la Real nos ha costado doblegarles. Debes jugar a la inversa que ellos: rápido, con mucha intensidad y tratando de incomodarles. Ellos son compactos. No han empezado bien, pero han cosechado buenos resultados en sus últimos partidos y han recuperado la confianza. Sabe que fútbol debe emplear el Liverpool y tampoco oculta que la remontada ante el Fulham es el camino a seguir: Demostramos ser un equipo con carácter.