Pitómetro sabio

El pitómetro. El madridismo es sabio, honesto y directo. Los carroñeros de la guadaña afilaban su mala baba para fiscalizar cada movimiento de los galácticos, sometidos a un juicio sumarísimo ficticio. No sean ingenuos. El Bernabéu es como una gigantesca concentración de catedráticos de la tauromaquia. Nadie les puede engañar con el salto de la rana y jamás demonizarán a nadie que no lo merezca. Roberto Carlos aprenderá esta lección para los restos. Desde la entrada a la verde arena del santuario cerca de 120.000 ojos dirigieron su lupa moralizadora hacia el torpedo brasileño. Sí, vale que hubo una silbatina general inicial y que gente como Ronaldo, Figo, Raúl o Beckham recibió lo que llamaríamos un simbólico tirón de orejas. Pero con Robertinho hubo un linchamiento sonoro. Cada pelota que tocaba, cada saque de banda, cada aparición... No fue como lo de Figo en el Camp Nou, pero se nota que le estaban esperando. Roberto no debe ofenderse. La lección es extensiva para el resto de ese vestuario. Cada vez que un jugador que defienda este escudo haga daño al prestigio de la institución con sus manifestaciones o su falta de compromiso en el campo será castigado. Sin ira, pero con elevado sentido de la justicia. Seas quien seas. Rober, el madridismo te quiere, pero le has sido infiel y te pide que dejes la vida por la causa ya que has firmado hasta 2007. No les has engañado con tu indolencia. O te involucras con un entusiasmo adolescente como cuando viniste en 1996 o te espera un serio problema de audición en lo que resta de temporada. Vuelve, amigo. Si lo haces, tus pecados serán perdonados. Sí.

Cumpleaños infeliz. En tiempos de cólera popular y demagogia derrotista, sólo nos faltaba que el calendario nos recordase que hoy, miércoles 22 de septiembre, el gran Ronie cumple 28 años. Deberíamos felicitarle, pero veo que lo del año pasado dejó huella. A las cinco de la tarde me telefoneó mi querida Luci (mi mujer es la más grande por saber aguantarme) y me dijo que si iba a hacer algo esta noche. Vi que iba con segundas. Repliqué y me suelta: En el Aquí hay tomate dicen que va a hacer Ronaldo una fiesta en su casa a la que irán famosos y algunos periodistas. No es mi caso. Pero casi me cae un chorreo. Ronie, crack, esta noche modérate que todavía sufriré algún daño colateral...

Guti & Beckham. David Big Beckham dejó claro por qué es algo más que un icono publicitario. Toca la pelota como los ángeles, lucha como Espartaco y clava las faltas con la precisión de un reloj suizo. Guti debería aprender de este inglés huracanado. Al acabar la debacle de Montjuïc y trajearse tras la ducha bromeó con su móvil fingiendo hablar con Del Bosque: Gordo, vuelve por favor, vuelve. Camacho estaba cerca y le oyó. Le dolió. Lógico. Guti debe aprender que al Real Madrid se le ama desde la titularidad y desde la suplencia. Anoche no estabas por insultar a un árbitro auxiliar de forma improcedente e inmadura. Tu fútbol es de orfebre, pero te empeñas en emponzoñarlo. Mal.

Celades galáctico. Lo más curioso de todo es que el Madrid, ratificando su grandeza histórica, supo levantarse ante tanta adversidad y firmó su liderato provisional como mandan los cánones. Además, Casillas acabó de nuevo imbatido. El Madrid va de récord. Cuatro jornadas, un solo gol encajado. Osasuna comprendió que lo del año pasado fue un espejismo. En cuanto Celades dejó claro que en él hay un centrocampista académico (toque, orden y pase), el Madrid bailó a su ritmo hasta dibujar un triunfo justo y necesario. Perdonen la coña. Pero si no lo digo reviento. El Madrid del caos y la crisis galáctica le saca dos puntos al Barça. Je, je, je.