Liga de Campeones | Wisla 0 - Real Madrid 2
Nace la Moro League
El Real Madrid de Camacho superó con éxito la primera prueba seria de la temporada. Walter Samuel demostró que su fichaje ha sido todo un acierto en estos tiempos en los que los culebrones para contratar a galácticos están en pleno auge. Este equipo sí tiene banquillo. Ronie, ponte las pilas que El Moro tiene hambre...
Maldini. Mentiría si no les reconociese que después de leer estos días a Maldini afronté este Wisla-Real Madrid aterrorizado, convencido de que los Frankowski y Zurawski serían tan temibles como la recordada Polonia del 74, en la que Deyna, el alopécico Lato y mi tocayo Tomaszewski me enseñaron que esos polacos rubios y tristones tenían fútbol y coraje más allá de su obligada pleitesía al imperio soviético. Me imaginaba una noche de cuchillos largos en ese estadio que sería pequeño hasta para mi sufrido Rayo Vallecano. Y no era cuestión de tomárselo a broma en un escenario donde voló uno sobre la cabeza de Dino Baggio hace seis años...
El Papa Team. Tiene bemoles que entre el Papa Team (Juan Pablo II vio ayer por Canal Satélite, desde El Vaticano, el partido de sus paisanos) y el Floren Team no hubiese tanta diferencia. Vale. Cierto que con Camacho el equipo parece más unido por la causa, vemos presionar hasta a Ronaldo y todos parecen estar defendiendo la misma bandera. Pero la partitura de Camacho tardará en ser descodificada por esta colección de maestros a los que les cuesta asimilar que a veces es mejor dar un brochazo en la pared sin necesidad de quedar inmortalizado para los restos.
Los culebrones. Y eso que el Madrid saltó al prado con esa camiseta negra que en París le llevó a conquistar la Octava en el arranque del siglo. Un color que parecía hacer homenaje a la piel de los hombres que han protagonizado los dos culebrones del verano: Vieira y Etoo. El primero llegará entre hoy y mañana confirmando la grandeza de la política florentiniana. Después de seducir al capitán del Manchester (Beckham) y al del Arsenal (Vieira) ahora está a punto de abrirle la puerta del Bernabéu al del Liverpool (Owen). Los tres capitanes de los tres grandes del Reino Unido. Una demostración de poderío sin precedentes. La misma que ha exhibido el Barça con Etoo. Para que no me tachen de ventajista en el futuro, se lo confieso ahora. Por muchos millones de euros que vayan a dejar en caja Laporta & Friends, creo que ver al Samuel negro vestido de azulgrana me va a amargar la existencia más de un fin de semana esta temporada. Yo soy de los del al enemigo ni agua. Y el Barça lo es por mucho que a algunos les pese... Al menos, el Madrid tiene en su ejército galáctico al Samuel blanco, que es como haber contratado a Tiburón, el gigante desdentado de 007. Cacique del área. La patada que le dio a Zurawski antes del descanso no la veía desde los tiempos del gran Goyo Benito. ¡Hacha brava Samuel!El Madrid lleva tres partidos consecutivos sin encajar un solo gol. Histórico. De Guinness. Es de justicia darle gran parte de ese mérito a este portentoso muro argentino.
Morientes. Además, cuando ese gigante de Dakar llamado como un molusco gallego se enfunde la camiseta blanca con el número cuatro de Hierro a su espalda, sé que mi padre respirará más tranquilo. Con los fichajes de Vieira y Samuel es como si Florentino hubiera puesto por fin morcilla y tocino a un cocido que nos sabía rancio y sin sustancia. En Cracovia quedó claro que bajo el reinado de Camacho se acabaron las vacas sagradas. Ronaldo, que está rápido y ágil tras los seis kilos que le ha quitado su casadera Daniela (haciendo footing, no sean mal pensados), y Zidane se perdieron los últimos 25 minutos a pesar de ser una cita de altas exigencias. Morientes y Guti saltaron al ruedo donde antes lo hacían Borja y Mejía, con todo el respeto para mis admirados Pavones. Aquí ya no hay nadie intocable.Morientes, el Killer de la Champions, con sus dos golitos, quedó coronado como el auténtico Rey de la Copa de Europa. Es la Moro League. Ronie comprendió en el banquillo que este año tendrá un reactor apretándole los cuartos traseros. La cabezonería de Queiroz evitó que Portillo, que se está hinchando a marcar en Italia, le obligase a exprimirse cada día como un limón. Con Camacho será una plantilla, no un equipo, y esa será su gran conquista.
Posdata. El Madrid empezó en Europa ganando, no como la Juve del pretencioso Capello o ese Atleti de Manolete que no escarmienta. Amigo, tienes razón. El Madrid jamás sabrá lo que es ganar la Intertoto. Pero no seremos los únicos...