"Admiro a Lula da Silva, pero es mal portero..."

Mauro Silva

"Admiro a Lula da Silva, pero es mal portero..."

"Admiro a Lula da Silva, pero es mal portero..."

jesús sancho

Personajes del veranoMauro Silva encara la que será la temporada de su adiós. Doce campañas después de aterrizar en el Deportivo, el brasileño se despide del fútbol. Está ilusionado como un niño. Quiere despedirse ganando un título antes de irse a Brasil a disfrutar con su familia.

¿Cómo afronta Mauro Silva el último verano en activo, después de tantos años realizando pretemporadas?

Quizás por ser el último, con más ilusión y ganas que nunca. Me gustaría despedir esta etapa de la mejor manera posible y si eso incluye un título, mejor.

Me han contado que a usted lo ficharon por casualidad. Carlos Ballesta, el segundo de Arsenio, se fue a contratar a otro compatriota suyo, pero usted se salió en el partido que presenció y decidió que usted era el hombre que buscaba.

Bueno, no sé exactamente todos los detalles de aquel viaje, pero es cierto que cuentan eso. Carlos fue a Brasil, estuvo viendo un partido en el que jugaba mi equipo y, aunque no sé los pormenores concretos, me alegro de que se decidiera finalmente por mí.

¿Tiene nombre el culpable de aquel bendito viaje?

Eso se lo debe preguntar a Carlos Ballesta. Yo nunca llegué a saber quien era el jugador que fueron a fichar.

Su primera visita también fue rocambolesca. Le trajeron de incógnito y le llevaron a escondidas a ver un partido.

(Risas) Sí. Me trajeron para conocer la ciudad y el equipo. Llegué casi de incógnito porque no querían darle publicidad al asunto. Me alojaron en un hotel de Sada, a 25 kilómetros de A Coruña. Creo que era el Sada Palace, si no recuerdo mal. Luego visité la ciudad y finalmente fui a Riazor para presenciar un Deportivo-Atlético en el palco. Me encantó el ambiente. Llegué escondido y los periodistas se preguntaban quién era. Al final descubrieron todo, pero fue muy divertido.

¿Cuánto tardó en decidirse?

Cuando me monté en el avión de vuelta a Brasil, ya estaba convencido de que jugaría en A Coruña. Aceptar la propuesta del Deportivo fue uno de los grandes aciertos de mi vida.

Hay otra leyenda que dice que usted jugaba al fútbol en su juventud con el actual presidente de Brasil, Lula da Silva.

(Sonríe) Es algo que no me gusta publicitar, pero es cierto. Yo le conozco mucho antes de ser presidente, desde los años 80. Teníamos un amigo en común y jugábamos juntos al fútbol. Se ponía de portero, pero no era muy bueno... Ya estaba en el Partido de los Trabajadores, era un personaje importante, y yo estaba empezando en el Guaraní. Decía que me quería llevar al Corinthians y mantenemos la relación desde entonces. En aquellos días, no pasaba por mi cabeza ser futbolista, pero él ya era un personaje importante en la política. Es una persona que salió de lo más humilde y es el primer presidente de izquierdas de Brasil. Es una conquista importante para él. Le tengo una admiración enorme.

Usted tiene fama de ser un futbolista comprometido socialmente, de izquierdas.

De centro. Políticamente, no me gusta decantarme. Como futbolista, contamos con la admiración de muchas personas, de derechas, de izquierda o de centro. No es por ser diplomático ni por quedar bien, pero sí creo que, en política, la alternancia en el poder es lo mejor. La izquierda compensa determinadas deficiencias de la derecha y al revés.

Dejemos a un lado la política. Lendoiro, Arsenio Iglesias y Javier Irureta. La Santísima Trinidad del Depor, y la de Mauro Silva...

Por supuesto, son tres personas muy queridas, fundamentales en mi vida.

Habléme de Arsenio Iglesias.

De Arsenio tengo un recuerdo entrañable porque siempre me trata como a un hijo y le tengo un cariño enorme.

Después Jabo...

Con él llevo siete años conviviendo, en los que me ha tratado muy bien, me ha ayudado y yo he procurado estar a su lado siempre que me ha necesitado.

Y, por encima de todos, Lendoiro.

En los momentos difíciles siempre me ha tendido la mano. Llegó a ofrecerme renovar estando lesionado. Todo lo que puedo mostrar es agradecimiento hacia su persona.

Moitos, sí, pero placenteros. Estoy cómodo en Galicia, muy feliz e identificado con estas tierras y estas gentes. Me han tratado muy bien. No estaría mejor ni sería más feliz en ningún otro sitio del mundo. Estoy convencido.

¿Brasileño o gallego?

Brasil es mi patria y A Coruña, mi casa. Me han acogido con los brazos abiertos y tengo la doble nacionalidad. Hace tiempo que me considero un gallego más. Han hecho mucho por mí y por mi familia.

Una última. ¿Caipirinha o Albariño?

No suelo tomar bebidas alcohólicas. Eso sí, a mí dame unos percebes y me sobra todo lo demás.

Suma más de 30.000 minutos luciendo la camiseta del Depor

Mauro Silva es el jugador extranjero que más veces ha vestido la camiseta blanquiazul en la historia del conjunto deportivista. El brasileño ha disputado un total de 435 partidos con la camiseta blanquiazul, tanto en encuentros de Liga, Copa del Rey, Liga de Campeones, Recopa, Copa de la UEFA y Supercopa de España. En la Liga son ya 349 los encuentros en los que ha participado, lo que se traduce en más de 30.000 minutos con la elástica del club blanquiazul. Todo ello durante 12 temporadas, en las que ha ganado un Mundial con su selección, el del 94 en EE.UU., una Liga, la de 2000, dos Copas del Rey, en 1995 y 2002, y tres Supercopas, las de 1995, 2000 y 2002. Es uno de los jugadores más queridos por la afición, como quedó demostrado cuando Mauro Silva anunció en el verano del año 2000 que debía abandonar el equipo por motivos personales y el deportivismo se echó a la calle para pedir que se quedará.