El efecto Madonna

El efecto Madonna

Iván Helguera siempre fue un tipo especial. Su look fashion, su sinceridad dosificada en grandes cucharadas (fue multado por decir que él ficharía a Samuel y el club no le ha devuelto aún el dinero) y su fútbol honesto de pierna arqueada ‘a lo Pirri’ lo convierten en un jugador fiable y multiusos. En los seis años que lleva en el Bernabéu nos ha proyectado todas sus versiones, arrancando por su ubicación como mediocentro y terminando como sheriff del área tanto de blanco como de spanish player. Pero su travestismo futbolístico se va a acabar. Camacho quiere que el joker cántabro deje de ser un yo-yó en la pizarra y estudia ubicarle definitivamente en la medular, donde será el guardián de la torre en la que Beckham, Xabi Alonso (espero) y Guti serán los que cortejen a la princesa (la pelota).

El Helguera que residirá en Camacholandia nos recordará al que fue campeón de Europa con Del Bosque en París. Allí era el croupier en una mesa en la que su tocayo Campo y Karanka recogían toda las cartas que caían por el área. Helguera será un GEO que otorgará solidez a la zaga (Samuel + comunitario=Carvalho) y blindaje táctico al centro del campo. Con el fichaje del central portugués, él sabrá asumir el cambio. Si hasta mi deseada Madonna Louise Verónica Ciccone ha decidido cambiarse el nombre para que ahora todos la llamen Esther. ¡Será sosa! Nada es lo que parece. ¿Verdad, Iván?