Zizou sepultó a Beckham
Fue el partido soñado por cualquier catador de fútbol alejado de la contaminación de las pasiones desatadas. Delante del televisor, dos de mis ídolos por excelencia. Zidane y Beckham. Los dos capitanes de Francia e Inglaterra. La foto inicial del sorteo de campos era la envidia del mundo entero y el orgullo para cualquier madridista. Me tiraba más ver triunfales a los la Pérfida Albión. Deseaba que mi inglesito acallase el fuego de la Prensa rosa con su fútbol de toque y pegada. De hecho, jaleé sentidamente la carta certificada que Becks le envió a Lampard para que firmase el 1-0.
Veía a mi adorado Zizou en su versión postrera del Madrid. Sin mando ni inspiración. Pero el destino fue cruel con Beckham una vez más. Penalti a Rooney y todo a su favor para coronarse como Rey David colocando el 2-0. Barthez, un borde integral, frenó sus ímpetus con una parada que va a golpear su afeitada cabeza durante los próximos mil días. Lo peor es que al golpear la pelota arrancó una chuleta al césped ,como si le hubieran corrido la alfombra. Ya le ocurrió contra Turquía en Estambul. La presión le mata... Y Zidane, como los príncipes azules (bleus, en este caso) apareció para salvar a la princesa en el último minuto. Dos goles en un suspiro. David, no te quejes. Tú ganaste así la Champions al Bayern. Pero no quiero penas. Zidane ya es el crack de la Eurocopa. El Madrid también ganó su partido. Bendito fútbol.