El gran desperdicio

No olvidaré nunca los primeros pasos firmes del París Saint-Germain en la Copa de Europa, hace justo diez años. Empezaba mi carrera en España y el club de la capital francesa parecía emprender un camino hacia la gloria eliminando, en sólo tres temporadas, dos veces al Real Madrid y una vez al Barça. ¿Dónde están ahora las promesas de éxito? ¿Dónde está el gran club que nos prometían? Al final todo fue un espejismo. Los problemas actuales del PSG no son nuevos. Para decir la verdad, son continuos en esta entidad que parece incapaz de vivir en paz con los suyos, con sus jugadores, con su afición, con la Prensa. Es frecuente el silencio absoluto del club y acercarse a sus jugadores y hacerles una sencillas preguntas es a veces un milagro. Un hecho que hace sonreír al corresponsal que acude todos los días a la ciudad deportiva del Real Madrid, el club más importante del mundo.

Entonces: ¿Es gafe el PSG? Seguramente, pero también es gafe la ciudad de París. Es alucinante constatar que la capital de Francia no pueda contar con un club serio cuando Madrid tiene tres en la Primera División de la liga más importante de Europa. En los años 80, con el Matra Racing (y con Luis Fernández de jugador), hubo un intento de imponer otro club en París. Fue un fracaso deportivo y económico. París es la ciudad idónea para la moda, el amor y la comida, pero para el fútbol...