Mundial 2002 | Mejor gol
El segundo gol de Maradona ante Inglaterra en México'86, elegido 'mejor tanto de la historia'
El tanto del Diego ha logrado 18.062 votos. El del inglés Owen contra Argentina en 1998, 10.631 votos; y el de Pelé en 1958 contra Suecia 9.880.
El fantástico segundo gol de Diego Maradona contra Inglaterra en el Mundial de México-86 fue elegido como el mejor en la historia de los Mundiales, al cabo de una votación por realizada por internet, organizada por la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
Tras seis semanas de votaciones, el tanto de Maradona ha logrado 18.062 votos, superando al del inglés Michael Owen contra Argentina en 1998 (con 10.631 votos) y al de Pelé en 1958 contra Suecia (9.880 sufragios).
En la cuarta posición vuelve a aparecer el 'Pelusa' por su tanto en 1986 contra Bélgica en semifinales, con un total de 9.642 votos.
El gol de Maradona ante los ingleses, que le ha valido una estatua en la entrada del Estadio Azteca de México donde se escenificó, fue una obra de arte.
El argentino arrancó con el balón desde la mitad del campo, avanzando por la derecha eludió a toda la defensa inglesa y finalmente batió al portero Peter Shilton colocando el 2-1 que clasificaba a los albicelestes para semifinales y rumbo al que sería su segundo título mundial.
"Le agradezco a Inglaterra. Frente a ellos marqué el mejor gol de mi vida un gol de ensueño, maravilloso, hermoso", dijo tiempo atrás Maradona al recordar aquel tanto que, entre otras cosas, le valió aparecer en las portadas de semanarios de información general estadounidenses.
"Creo -decía Maradona en directo elogio al 'fair-play' inglés- que no podría haber hecho un gol así contra otro equipo, porque me habrían golpeado y tirado".
Ese mismo partido había mostrado -apenas minutos antes del gol heroico- otro tanto de Maradona, pero en el cual el argentino, había recurrido más a la astucia que a la habilidad cuando, al saltar tocó el balón con la mano y lo envió a la red sin que el juez se percatara.
"Fue la mano de Dios", dijo Maradona en un intento de justificar una acción reprochable que, de todas maneras, se hizo perdonar -como tantas otras cosas en aquella época- cuando minutos después regaló al 'planeta fútbol' el ahora considerado mejor gol de la historia.