Otro golpe del Depor

Primera | Deportivo 3 - Real Madrid 0

Otro golpe del Depor

Otro golpe del Depor

El Madrid se entrega en Riazor y cae al tercer puesto. Impotencia de Zidane y exhibición de Valerón.

Del Bosque no quiso saber nada de este partido puñetero. No hay otra explicación para incluir en la misma alineación a Rubén, Pavón, Celades y Flavio como pilar básico del Real Madrid en Riazor. Dos chavales inmaduros y dos suplentes debían parar en seco nada menos que a Mauro Silva, Sergio, Valerón y Makaay. Así no se puede aspirar a ganar.

Y no sólo se le entregó al Depor el segundo puesto, sino que la imagen del equipo blanco quedó realmente por los suelos encajando un tercer gol de verbena. Fue la culminación del total dominio coruñés: Djalminha burló todas las armas defensivas madridistas y trenzó para que Pandiani marcase absolutamente solo, sin marcaje ni pega alguna en la misma raya de gol.

Fue el triste adiós del Madrid a la Liga. El sello a una campaña de muchas semanas ilusionantes y hoy decepcionante del equipo blanco. Al final, es posible que hoy sume los mismos puntos que el propio Barcelona. Del Bosque y sus jugadores han tirado todo el crédito en los partidos lejos del Bernabéu. No han dado la talla ni en carácter ni en juego. La misma incapacidad demostrada en Pamplona o San Sebastián se observó en A Coruña. Y el Depor no perdona.

Es un martillo pilón con ocho bajas o sin ellas. Se mueve con frescura, con concepto, con disciplina táctica. Es un conjunto, una plantilla equilibrada, un buen equipo actualmente a las órdenes de un futbolista espléndido llamado Valerón y del que se espera todo lo bueno en el Mundial.

El Madrid se ahogó justo al lanzarse al agua. Por el centro fue un desbarajuste en defensa y una calamidad con el balón controlado, en ataque Morientes sigue sin piernas y, para redondear el caos, César hizo méritos para volver al banquillo. En el primer gol estaba enganchado casi en la línea del área grande cuando Makaay encaraba en ventaja. Se la tragó por arriba. En el segundo le pasó bajo el cuerpo... En fin, una noche aciaga como la de todos sus compañeros. Hasta Zidane jugó a media presión y apenas dejó una pincelada de clase en un tiro lejano con el que intentó sorprender desde lejos a Molina, sin éxito.

El gol de Makaay en la prolongación del primer tiempo obligó al Madrid a arrojar la toalla. Se vio impotente, disminuido ante un Depor con juego de bandas, colosal en los ritmos y tacto con el balón. Del Bosque debió entenderlo cuando decidió quitar a Zidane, Salgado y hasta a Solari. Allí todos empezaron a pensar en la última carta, la de Glasgow, para salvar la temporada. Los dos goles siguientes del Depor fueron un sufrimiento inútil para el madridismo. Sólo queda pensar que el miércoles, en la magna cita escocesa, el Madrid no se parezca en nada al de Riazor.