Copa del Rey | Nàstic - Real Madrid
A por la Copa del Centenario
El Real Madrid considera prioritaria la conquista de la Copa del Rey, que no consigue desde 1993, por celebrarse la final el día que cumple 100 años.
Supongamos que la Máquina del Tiempo no fuese una quimera. Florentino, Valdano, Zidane, Figo, Raúl y compañía se meten en su interior y colocan el reloj en el año 2002. Concretamente, marcan el 6 de marzo. Seamos más exactos. 11 de la noche. Hierro, con el brazalete de capitán enroscado en su brazo izquierdo, da la mano al Rey Juan Carlos en el palco de autoridades del Bernabéu. Cerca de 50.000 seguidores jalean la conquista de la 18ª Copa, la primera que se incrusta en la megavitrina de Trofeos del Real Madrid desde hace casi una década. Es la noche del Centenario, del cumpleaños más esperado.
Pero esa es sólo una hipótesis basada en una coincidencia del calendario que ha priorizado una competición maldita para el Madrid desde 1993. Aquel año, el Madrid de Benito Floro se incrustó en la final de Mestalla y ganó al Zaragoza, con dos goles de Butragueño y Lasa.
Pero desde entonces han pasado ocho años en los que ni desde el club ni desde el vestuario han saltado las alarmas por esta sequía que se prolonga camino de una década. La obsesión por recuperar el mando en la Champions League (lo que el Madrid consiguió a partir de 1998) y la necesidad de imponer de nuevo la voz y el mando en la Liga tras los cuatro años de sequía forzados por el Dream Team de Johan Cruyff, desviaron la atención de un equipo que ha dejado de lado a la Copa de forma indisimulada.
Pero el 6 de marzo se ha fijado la final de esta edición, adelantada a una fecha inusual por ser el año del Mundial. Florentino Pérez ha comprendido que jugándose en casa el último capítulo de la Copa del Rey 2001-02 era necesario enviar un mensaje a la plantilla: "Vamos a por las tres competiciones y nos motiva mucho poder ganar el título en nuestro estadio el día que cumplimos 100 años de existencia".
Por eso el partido de hoy con el Nàstic de Tarragona no es uno más. Es el primero de una serie de siete que el Madrid ha marcado en rojo en su calendario hasta culminar con la final del 6 de marzo. Figo, Zidane y Roberto Carlos se quedan en Madrid. Pero juegan Raúl, Helguera, Morientes y gente como Munitis, Solari y hasta Rivera (que hará de Figo), que deben reivindicarse.