Todos pueden acabar como Ognjenovic

En estos momentos, colocar a Baljic (que cobra 500 millones brutos), Rodrigo (400), Congo (250), Ognjenovic (350) es tan complicado como lograr que el presidente y el alcalde de Jerez se sienten a la mesa juntos para fumar la pipa de la concordia.

Valdano es consciente de que le ha salido un grano en sus funciones con las ventas de estos jugadores. Sabe que para hacer frente a nuevos fichajes, sobre todo el del central que ya le ha pedido Del Bosque, necesita primero hacer caja. Pero Baljic, Congo, Rodrigo y el propio Ognjenovic no están por la labor de aceptar cesiones o traspasos que lleven implícitos rebajar sus generosos contratos, heredados de la anterior junta directiva.

Los casos de los canteranos Dorado y Rivera son menos traumáticos y el club espera encontrarles acomodo (profesional y deportivo) en el curso de los próximos días.

El asunto está muy claro. Si no aceptan las ofertas que les van llegando (Baljic rechazó una importante de la Real Sociedad, Ognjenovic y Congo dos de Francia y Rodrigo la del Sporting de Lisboa) se pueden pasar un año en blanco como le sucedió a Perica en esta última temporada.

Ognjenovic ha disfrutado este año de un generoso contrato, pero sus sensaciones como futbolista se han limitado a un bolo en Cádiz (a favor de Mágico González) y al partido de Suiza con el fortísimimo Nyonnais. ¿Merece la pena cobrar 100 millones más con tal de renunciar a jugar en un club de menor enjundia?

Esa es la pregunta que Jorge Valdano está trasladando estos días a los agentes de estos jugadores. Julio Alvarez (Racing), Julio César (Benfica), Tote (Valladolid) y Aganzo (Espanyol) entendieron pronto el camino. El efecto Perica puede tranquilizar a Valdano.