COVID-19

5 costumbres triviales antes de la COVID-19 que ahora serán impensables

Compartir una ración de patatas bravas, abrazarse con un amigo al que hace mucho que no vemos... Quizá pensamos, "vaya, no está bien eso que ha hecho".

Empezamos a ver la luz al final del túnel tras todas las desgracias y cambios que ha supuesto la pandemia mundial de la COVID-19, al menos en el plano sanitario. Sin embargo, nadie duda ya que el virus cambiará durante muchos meses nuestra forma de actuar.

Seguramente el uso de la mascarilla se haga común durante bastante tiempo, y puede que el recuerdo del virus haga que no seamos tan dados a abrazarnos o darnos la mano como antes. En definitiva, muchos pequeños cambios que se quedarán ahí durante un tiempo.

Las dudas que quedan obviamente por despejar son enormes, y solo habrá que seguir el criterio de los médicos y expertos, pero en Epik se nos han pasado por la cabeza algunas cosas que antes no tenían ninguna importancia y resultaban de lo más común que ahora puede que nos hagan mirarnos con cara rara. Vamos allá:

1. Compartir una ración de patatas bravas

El sector de la hostelería es uno de los que más se está adaptando, pero una costumbre tran nuestra como comer por raciones, parece que ahora será un poco más complicado. Muchos bares y restaurantes, de hecho, están planeando eliminar los platos al centro.

2. Compartir un cuenco o una bolsa de pipas viendo un partido de fútbol o una peli

Sobre todo si es con alguien con quien no convives, claro. ¿Podrán más las pipas o nuestros pensamientos de que estamos dejando por ahí nuestros gérmenes?

3. Pegar un sobre usando saliva

De acuerdo, puede que mucha gente ya no haga esto, pero hay aún quien sí. Pobre señor cartero.

4. Chuparse un dedo para pasar las páginas de un libro

No va a pasar como en 'El nombre de la rosa', pero en una oficina leer un informe de los grandes que pasa por varias manos e ir pasando páginas ahora igual es un poco raro.

5. Para los pequeños: cambiar cromos

Pues sí, algo que hemos hecho todos como compartir e intercambiar cromos puede que se haga un poco más raro, sobre todo si tenemos en mente todas las normas de higiene de los últimos meses.