CORONAVIRUS
Una molécula del café, clave en los trastornos olfativos de la COVID
Científicos británicos han identificado la molécula que causa la parosmia, las alteraciones olfativas derivadas de la COVID que distorsiona la percepción del olor.
La molécula 2-furanmetanotiol, que está presente en el café o en las palomitas de maíz, es clave en los trastornos olfativos de la COVID-19. Es la causante de la parosmia, un trastorno olfativo que distorsiona la percepción habitual de los olores.
No es que no huelas, es que puedes llegar a no poder tolerar olores debido a lo desagradable que resultan, aunque en verdad no sea así. Un trastorno de los pacientes infectados por coronavirus que trastoca la vida diaria.
Afectados el 18% de los pacientes infectados por COVID-19
Científicos británicos han identificado cuál es la molécula 'desencadenante' de la parosmia que hace que los olores agradables huelan a basura quemada o a aguas fecales, tal y como han contado en un artículo publicado en The Guardian.
Esta afección se calcula que se da en el 18 % de los contagiados, que ya pueden saber cuál es la causante: la 2-furanmetanotiol, que se encuentra en alimentos como el café o las palomitas de maíz.
La doctora Jane Parker, coautora del estudio e investigadora de la Universidad de Reading, explica que es "una evidencia sólida de que no está 'todo en la cabeza', y que la sensación de asco puede estar relacionada con los compuestos en los alimentos distorsionados. El sistema nervioso central también está involucrado en la interpretación de las señales que recibe de la nariz".
“La nariz tiene más de 400 tipos diferentes de receptores olfativos en la nariz, cada uno sensible a diferentes aromas. El químico 2-furanmetanotiol tiene un umbral excepcionalmente bajo para ser detectado y, por lo tanto, es posiblemente uno de los primeros químicos que vuelve a aparecer en el radar de una persona después de perder el sentido del olfato”.
Parker dijo que el cerebro parecía estar clasificando mal el olor, pero que se necesitaba más trabajo para comprender este elemento de la condición. El documento señaló que las personas con parosmia también podrían experimentar los olores más desagradables de manera diferente, por ejemplo, describiendo el olor de las heces como menos desagradable y casi similar a un bizcocho.