Si vas a hacer obras en casa, además de armarte de paciencia, deberás tramitar algunos permisos. Bien tú mismo, bien la compañía o profesional que contrates. No necesitarás licencia si vas a pintar un piso, quitar el gotelé, alisar paredes, cambiar los muebles de la cocina, cambiar la instalación eléctrica, poner un suelo vinílico, cambiar azulejos y reformas de ese estilo.

Si tienes en mente la reforma de un piso sí que vas a necesitar la licencia de reforma de vivienda. Dependiendo de la reforma, hay dos tipos de licencias, la de obra menor y la de obra mayor. En ocasiones es suficiente con una notificación, pero hay que tener en cuenta varios factores.

Tipos de reformas

Una licencia de obra menor (declaración responsable), no requiere la firma de ningún arquitecto, aunque el ayuntamiento de tu localidad te puede requerir la documentación que vea necesaria. Cambia en cada caso.

Es la que debes pedir para poner ventanas, un balcón nuevo, levantar todos los suelos, colocar la fontanería nueva, tirar un tabique, dividir una habitación, cambiar la cocina entera, hacer un baño nuevo… Eso sí, si el edificio está catalogado como especial, o de interés cultural o patrimonio, sí debes pedir licencia. En muchas ocasiones, es suficiente con notificar mediante comunicado lo que se va a hacer.

Además es una reforma que también provocar molestias a los vecinos y en las que se suele ocupar la calle con contenedores de escombros, por lo que las autoridades deben estar avisadas. En ocasiones, es la propia policía local la que, de patrulla, puede solicitarte el permiso si ve el contenedor en portal.

Para obras mayores, la licencia es necesaria cuando vas a “tocar” la estructura del edificio y aquí hace falta presentar un proyecto firmado por un arquitecto. Tirar tabiques, ampliar habitaciones, cerrar una terraza y dársela al salón…

Son obras en las que se tarda meses y que conllevan la presencia de grúas y camiones, como para demoler un tejado, elevar la altura de una casa o incluso demoler un edificio para levantarlo de nuevo.

¿Se puede denunciar a un vecino por obras?

Hay que tener en cuenta que cualquier reforma que se haga va a conllevar ruido, de modo que para evitar molestar a los demás vecinos, hay que ir con mucho cuidado de las horas durante las cuales se trabaja. Si existen ruidos en horas consideradas intempestivas, se puede recurrir a la policía local, quienes levantarán acta y mediarán en el conflicto. Dependiendo de las ciudades, las obras con ruido pueden empezar a las 8 o las 9 de la mañana. Y en determinados lugares muy turísticos, hay meses que no se pueden hacer obras, como en verano en la costa.

Si el ruido no permite continuar con la vida ordinaria a los vecinos, se debe recurrir al ayuntamiento, quienes, a través del departamento de medio ambiente, enviará a un técnico para medir la intensidad del ruido, actuando en caso de qué supere los límites establecidos.

En el caso de que un vecino haga una obra sin permiso, se debe denunciar a urbanismo, obligando a parar las obras, dejarlo todo como estaba anteriormente e incluso compensar por daños y perjuicios. Es necesario estar completamente seguro que se trata de una obra sin licencia. Algunos indicadores son que las obras se prolonguen en el tiempo, que no lo hayan notificado a la comunidad, que trabajen los fines de semana, o que no haya escombros ni medidas de seguridad.