Javier García, también conocido como el Cuco, ha admitido esta mañana que mintió en la declaración que prestó como testigo en 2011 cuando se celebró el juicio por el crimen de Marta del Castillo. El Cuco ha reconocido que estuvo en el piso en el que la joven perdió la vida aquella noche del 24 de enero y que ni estuvo con otros amigos ni se fue pronto a casa.

Su madre, Rosalía García, también ha reconocido este jueves que mintió al declarar hace años que su hijo se encontraba en casa a las 01:30 horas de la madrugada del día señalado. La madre y el padre de García (ya fallecido) aseguraron en su momento que, cuando llegaron a casa alrededor de la hora indicada, encontraron a su hijo acostado en la cama y que incluso le dio un beso.

Debido a las nuevas declaraciones, la titular del Juzgado de lo Penal Número 7 ha desestimado la mayor parte de las declaraciones de testigos previstas, también la de Miguel Carcaño, único condenado por el crimen de Marta del Castillo. La titular tan solo mantiene las declaraciones de los padres de Marta para que se pueda valorar el daño moral que pide acusación que ellos ejercen.

La acusación de los padres de Marta del Castillo cree que las mentiras admitidas pudieron influir en la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla, que absolvió a todos los mayores de edad, excepto a Carcaño. El Cuco, que en el momento del asesinato tenía 15 años, fue juzgado por un tribunal de menores y condenado a dos años y tres meses de internamiento por encubrir el crimen. En el juicio contra Carcaño, García aseguró que no estuvo en ningún momento en el piso de la calle León XIII de Sevilla ni en la tarde noche en la que sucedió en crimen ni en la madrugada del siguiente día.

El testimonio de el Cuco, esencial para conocer la verdad

¿Por qué se enfrenta el Cuco a una acusación de falso testimonio? En su juicio se estableció que sí estuvo en el piso y que ayudó a Carcaño a esconder el cuerpo de la joven. El joven admitió en ese momento que colaboró con Carcaño para sacar el cadáver de Marta del piso y aseguró que en ese proceso habían participado Francisco Javier Delgado (hermano de Carcaño) y Samuel Benítez. Tras hacer estas declaraciones, se retractó y explicó que mintió por presiones policiales. Un acusado puede mentir en un juicio contra él, pero no un testigo. Por ello, Javier García se enfrenta a la acusación de falso testimonio.

Para la familia de Marta el testimonio de el Cuco es esencial para conocer qué pasó aquella noche y que ocurrió con la joven: Carcaño situó a García en el piso, la escena del crimen, mientras que este aseguraba que había estado con unos amigos. Su madre lo encubrió. La fiscalía pide ahora ocho meses de prisión y 1.500 euros de multa para los acusados, pero la acusación de los padres de Marta solicita la pena a dos años de cárcel y 1.800 euros de multa.

La familia de Marta cree que el Cuco siempre mintió para encubrir a los demás implicados, en especial al hermano de Carcaño (Francisco Javier Delgado), al que consideran el autor material de la muerte de la joven y el cerebro del crimen. Una sentencia condenatoria podría reabrir el caso y provocar la repetición del juicio que absolvió al hermano de Carcaño, a la novia de este (María García) y a Samuel García.