Zara empieza a cobrar por devoluciones 'online' en 30 países
Es el fin de las devoluciones 'gratis' en el comercio electrónico. Inditex ya lo tiene en marcha aunque España no está incluida en la lista.
Inditex, con su marca Zara, está dispuesta a cambiar los hábitos de consumo electrónico, incrementados por la COVID-19. La empresa ha comenzado a cobrar en una treintena de países por realizar devoluciones online de sus prendas, aunque España no está incluida en la lista.
Esta medida ha comenzado a aplicarse ya en países como Reino Unido y Alemania, donde la penetración del comercio online es mayor que en España y conlleva unos volúmenes de devoluciones superiores e "inasumibles", aseguran los expertos.
La empresa multinacional comenzó a poner en funcionamiento esta medida el pasado mes de octubre en algunos países y ha ido agregando mercados de manera paulatina.
Precio de gestión
El precio de gestión es de 1,95 euros y se descuenta directamente del importe a reintegrar. Este paso puede ser determinante para acabar con las devoluciones masivas, sobre todo en épocas del año señaladas como las rebajas o el Black Friday.
Y es que, en España el año pasado se devolvieron el 30% de los productos que habían sido comprados online, realizando una cantidad aproximada de 2.5 millones de devoluciones. Además, a los gastos económicos de este proceso hay que añadirle las repercusiones medioambientales de que casi un tercio de los artículos tengan que hacer un viaje de ida y vuelta a los almacenes de sus respectivas empresas.
Según datos del Observatorio Cetelem del año 2021, hacer una devolución es considerado como el segundo aspecto más negativo de la compra por internet. El sector textil se encuentra entre los sectores más perjudicados, porque es uno de los que más devoluciones recibe.
El caso de Amazon y Zalando
Una de cada tres compras por Internet son devueltas al vendedor. Amazón, a su vez, ha decidido restringir o directamente cerrar las cuentas de aquellos clientes que presenten un índice de devoluciones significativo.
Otras compañías como Zalando, Uniqlo o Next, se han decantado por aplicar un coste a sus clientes para desincentivar así que devuelvan sus productos.