Tener una mascota no es algo tan sencillo. Un animal de compañía necesita cuidados y requiere de una gran responsabilidad: es deber del dueño garantizar una vida sana y digna al animal. Pero no solo eso, que por supuesto es lo más importante, pues también se necesita una documentación legal para tener una mascota. En el caso de los perros es la siguiente, de acuerdo con el portal Misanimales.com:

A la hora de adoptar un animal, hablamos del contrato de adopción, que, si bien no es obligatorio, asegura una tenencia responsable por parte del dueño. Las partes firmantes son, normalmente, dos personas físicas o una persona física y un refugio o protectora. En él, se establecen las responsabilidades del dueño y especifica cómo ha llegado el animal a manos de su nuevo dueño.

Por otro lado, sí es obligatorio tener una cartilla sanitaria actualizada de nuestra mascota. La cartilla debe ser expedida por un veterinario colegiado y en ella aparecen los datos del animal, sus vacunas, desparasitaciones e historial médico, así como los datos más básicos de su dueño.

Otra “documentación” obligatoria en las mascotas es la aplicación de una vacuna antirrábica, considerada imprescindible en casi todos los países. Además, el microchip es uno de los mejores métodos para identificar a nuestra mascota (también obligatorio) y es una práctica homologada y más segura que las placas o tatuajes identificativos.

Además, es obligatorio registrar a nuestro perro en el Registro Municipal de la Comunidad Autónoma correspondiente. Según la web Derecho Animal, los registros autonómicos no están intercomunicados, por lo que, si nuestro perro está chipado en Madrid y se pierde en Sevilla, no podrá ser identificado y quienes lo encuentren no podrán localizar al dueño. “La no identificación y la no inscripción en el censo constituyen infracciones administrativas cuyo incumplimiento conlleva una multa económica”, indica la web mencionada.

Documentación obligatoria para perros potencialmente peligrosos

Los propietarios de animales potencialmente peligrosos deben renovar cada cinco años una licencia administrativa especial para este tipo de mascotas. España regula esta normativa a través de la Ley 50/1999 de 23 de diciembre.

Para poder tener uno de estos animales, es necesario ser mayor de edad, no tener condenas o sanciones por infracciones graves, demostrar tener capacidad física y aptitud psicológica y pasar un examen físico y psicológico, entre otros. Además, siempre que se pasee al perro, este debe llevar bozal, collar y correa de hasta dos metros en espacios públicos.