La alergia al polen ocasiona una serie de síntomas muy característicos, aunque hay alergias en invierno, otoño, verano, no sólo en primavera, ya que hay partículas de polen en el ambiente todos los meses del año, variando la especie y la concentración en función de donde vivamos.

La alergia puede aparecer de un día para otro y, en muchas ocasiones, todas a la vez. La alergia no da fiebre, ni malestar general ni dolor muscular que sí están relacionados con la gripe y la COVID-19.

La mucosidad en la alergia es trasparente y líquida. La tos puede aparecer en la alergia debido a la exposición al polen. En la alergia también hay lagrimeo en los ojos, muy característico de esta época.

Cuando vayas al especialista alergólogo te hará varias preguntas, como conocer el lugar de nacimiento y residencia, datos del parto y del embarazo cuando era pediátrico, antecedentes familiares, dedicación laboral actual o anterior y hobbies, para saber por dónde pueden haber ‘saltado’ los síntomas.

Seguramente tengas que hacerte pruebas de alergia, aplicando en el antebrazo una serie de gotas, que corresponden a diferentes alérgenos en solución. Se debe esperar de 15 a 20 minutos para que aparezca la reacción cutánea. En función de la respuesta a cada alérgeno aplicado, el alergólogo establecerá el tipo de alergia y su tratamiento. Se hinchará la zona y tendrá como resultado también picor.