La Comisión Nacional de Sanidad de China anunció esta mñana el fallecimiento por de 20 personas en la metrópolis oriental de Shanghái, con lo que la cifra total de fallecidos desde que comenzó la epidemia en China asciende a 5.112.

La urbe, que lleva ya un mes de estricto confinamiento, en algunas zonas, más de mes y medio, suma un total de 474 fallecidos desde finales de febrero. Y es que China, que aplica una estricta política de "tolerancia cero" ante la COVID, atraviesa una oleada de rebrotes atribuida a la variante Ómicron que está provocando cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020.

“¡Mira, está vivo!”

Así, la Comisión reportó hoy 384 nuevos casos positivos del coronavirus detectados en la víspera, 368 de ellos por contagio local y el resto, importados. Y mientras los datos no paran de crecer, camino de una funeraria ocurrió lo inesperado.

El cuerpo que están mandando a incinerar unos operarios se mueve, para sorpresa de los trabajadores de la funeraria. "¡Mira, está vivo!", exclama uno de los empleados, ante lo que otra persona responde: "Ya veo". Entonces, abren la cremallera, apartan las telas que cubren al hombre, inspeccionan al anciano y comprueban que, efectivamente, está vivo.

El hombre, un anciano que vivía en una residencia, fue trasladado al hospital, donde los sanitarios han conseguido estabilizarlo de su infección por COVID-19. Por su parte, las autoridades de Shanghái han abierto una investigación y el centro de mayores se ha disculpado públicamente por esta negligencia tan grave. Todo ello, después de que el vídeo del momento grabado por vecinos se hiciera viral en las redes sociales.

Según las cuentas del gobierno chino, desde el inicio de la pandemia, se infectaron más de 217.000 personas en el país y fallecieron 5.112. Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a más de 3,5 millones de contactos cercanos con infectados, de los cuales unos 469.000 continúan bajo cuarentena