Putin, en problemas; EEUU identifica un punto débil de Rusia
La cadena CNN asegura que la disposición de la munición en los tanques del Kremlin les hace especialmente vulnerables a los ataques.
Por tierra, mar y aire. Así se ha desarrollado la ofensiva de Rusia en estos dos meses de guerra en Ucrania. En terreno acuático, las tropas de Vladimir Putin han perdido dos buques importantes, como son el Saratov y el Moskva, y han recurrido al uso de delfines entrenados para evitar sabotajes por parte de Ucrania. En el aire parecen tener menos problemas, pero en tierra sufren especialmente con sus tanques, lo que está poniendo en problemas a los tanques del Kremlin y en especial a Putin, que ve cómo los problemas a los que se enfrenta cambian el curso de la guerra tal y como él la había previsto.
Durante las últimas semanas, muchas han sido las imágenes de tanques rusos abatidos por el ejército ucranio. Se calcula que se suman por cientos, mientras que el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, asegura que son unos 580. Una importante cantidad que, tal y como informa la cadena estadounidense CNN, tiene que ver con un 'defecto' de fábrica en estos vehículos militares: la disposición de sus municiones.
Las imágenes analizadas de los tanques abatidos en suelo ucraniano muestran un defecto conocido desde hace décadas por Occidente, y que recibe el nombre de 'jack in the box'. Y es que, contrariamente a cómo se dispone en los tanques de los militares occidentales más modernos, los vehículos de combate rusos tienen proyectiles dentro de las propias torretas. Algo que les hace especialmente vulnerables, pues un golpe certero puede provocar una reacción en cadena y explotar la munición, de hasta 40 proyectiles.
Explosión en cadena
Sam Bendett, asesor del Programa de Estudios Rusos del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, asegura que se trata de "un fallo de diseño. Cualquier golpe exitoso enciende rápidamente la munición, causando una gran explosión, y la torreta literalmente vuela". La onda de choque, según se ha visto publicado en diferentes vídeos, hace estallar la torreta y elevarla a la altura de un edificio de dos plantas.
Esto hace a los tripulantes de los tanques (dos en la torreta y uno al volante) un objetivo relativamente fácil, según asegura Nicholas Drummond, analista de la industria de defensa y exagente del ejército británico. "Si no sales en el primer segundo, estás frito". El problema, afirma, se da en casi todos los blindados del ejército de Putin.
Puso el ejemplo del vehículo de combate de infantería BMD-4, que habitualmente cuenta con una tripulación de tres personas, pero es capaz de llevar a otros cinco de forma adicional. Sobre este en concreto, revela que es un "ataúd móvil", que quedó destruido al ser alcanzado por un cohete.
La historia se repite
El problema, no obstante, no es nuevo. En las guerras del golfo contra Iraq, los tanques T-72 de fabricación rusa tuvieron un destino similar, con muchas de las torretas volando por los aires tras el impacto de misiles antitanque. Años más tarde, con la serie T-90 (sucesora de la T-72) se mejoró el blindaje, pero el sistema de carga de misiles no se modificó, dejando al descubierto su gran punto débil. Algo que se repite con los T-80 presentes en Ucrania.
¿Por qué repetir? Bendett asegura que con ello Rusia pretendía ahorrar espacio y dar a sus tanques un perfil más bajo, para hacerlos más difíciles de golpear en batalla. "Los militares occidentales aprendieron de la Guerra del Golfo y de ver tanques destruidos durante ese tiempo, que hay que compartimentar las municiones", apunta Drummond.
La alternativa estadounidense, explica el experto, son los vehículos de infantería Stryker, desarrollados tras la primera guerra en Irak. "Tiene una torreta que se asienta en la parte superior, y esa torreta no ingresa al compartimiento de la tripulación". Las municiones van dentro de la torreta, por lo que si sufre daños, la tripulación se mantiene a salvo.
Tanques perdidos en Ucrania
Estimar un número certero de vehículos caídos en combate es complejo, pero el sitio web de seguimiento de inteligencia de código abierto, Oryx, asegura que los tanques rusos destruidos son al menos 300, mientras que otros 279 han sido dañados parcialmente, abandonados, o bien capturados por las tropas ucranias. Para hacer este cálculo, se basan en evidencias visuales, por lo que es posible que puedan ser algunos más.