Los títulos nobiliarios en España tienen un coste. Se solicitan. No pueden ser objeto de transacciones comerciales y su uso indebido está penalizado por ley. En España, existen actualmente cerca de 3.000 títulos nobiliarios.

Desde 1993, el proceso de transmisión de los títulos nobiliarios está gravado con el pago de unos impuestos que varían entre los 800 y los 17.000 euros. Por cada título que se hereda en España directamente de padres a hijos se paga 2.699 euros al Estado. Ningún título nobiliario tiene ventajas fiscales y no son más que un título honorífico cuyo único privilegio es el tratamiento protocolario.

En España, heredar ducados, condados o marquesados está gravado. De hecho, en 2015 el gobierno de Mariano Rajoy aumentó un 1% el impuesto por las transmisiones y rehabilitación de grandezas y títulos nobiliarios.

El coste de los títulos nobiliarios

Las transmisiones directas, que son aquellas que tienen lugar entre ascendientes y descendientes, de padres a hijos, o entre hermanos, cuando el título de grandeza o el título nobiliario haya sido utilizado por alguno de los padres. En estos casos, la cuota varía entre los 817 y 2.865 euros.

Si no se da esa situación, se consideran transmisiones transversales, cuyos impuestos oscilan entre 2.048 y 7.181 euros, entre tíos, sobrinos… Los importes más altos son los relativos a la rehabilitación de un título nobiliario vacante o para el reconocimiento de títulos extranjeros, que pueden superar los 17.000 euros.

Según establece en el BOE ley sobre la igualdad del hombre y la mujer en la sucesión de títulos nobiliarios, su posesión hoy en día “no otorga ningún estatuto de privilegio, al tratarse de una distinción meramente honorífica cuyo contenido se agota en el derecho a usarlo y a protegerlo frente a terceros”.

En España hay actualmente cerca de 2.824 títulos nobiliarios. De ellos, tan solo el 14,8% tienen la consideración de grandeza de España, representando esta distinción la máxima dignidad de la nobleza española, ya que los que la tienen se sitúan justo por debajo de la Princesa de Asturias y de las infantas.

Cómo solicitar un título nobiliario

Las solicitudes para la obtención de un título nobiliario se realizan a través del Ministerio de Justicia. Hay que presentar una petición al rey, el árbol genealógico de la familia enlazando con el último poseedor, fechado y firmado. También es necesaria una certificación de defunción del último poseedor, una certificación de nacimiento del solicitante y, las certificaciones de nacimiento y matrimonio de todos los enlaces que figuren en el árbol genealógico presentado.

La resolución se publica en el BOE. Y después se procede al pago de los impuestos correspondientes al título nobiliario, que debe realizarse en los 30 días hábiles desde la publicación. Una vez pagada la cuota y habiendo cumplimentado el documento que lo acredita, que se presenta a la Agencia Tributaria.

Títulos concedidos por el Rey

Se puede aspirar a cualquiera de los títulos nobiliarios, incluso pueden ser otorgados por el Rey, es una de sus funciones “conceder honores y distinciones con arreglo a las leyes”. Se hace por un Real Decreto, lo firma el ministro de Justicia, y se publica en el BOE. Juan Carlos I otorgó durante su reinado un total de 55 títulos nobiliarios. Franco concedió 36 títulos nobiliarios, al que habría que sumar el Ducado de Franco, concedido en 1975 por Juan Carlos I a la viuda del dictador.

Por ejemplo, el marquesado de Del Bosque es un título nobiliario español, creado por el rey Juan Carlos I de España el 3 de febrero de 2011 a favor del ex seleccionador nacional de fútbol de España y ganador de la Copa Mundial de Fútbol de 2010 y de la Eurocopa 2012, Vicente del Bosque González.

También otorgó otros títulos al premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, a quien se le otorgó el título de marqués de Vargas Llosa. O al ex magistrado del Tribunal Constitucional, Aurelio Menéndez, que será el marqués de Ibias, y el empresario y presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, que será el marqués de Villar Mir.

Felipe VI todavía no ha concedido ningún título nobiliario. Solo ha rehabilitado el ducado de Fernandina, el marquesado de Murillo, y el condado de Torre Alegre. Ha revertido a la Corona por su orden el ducado de Palma de Mallorca antes del fallecimiento de su titular, por Real Decreto, que revocó la atribución a su hermana, la infanta Cristina.