España cuenta con una serie de ayudas económicas para todas aquellas personas que se encuentran sin empleo, entre ellas están las prestaciones y subsidios acontecidos por este motivo. Sin embargo, son conceptos muy similares, pero en materia laboral, con connotaciones diferentes. Por ello, es importante saber y conocer las diferencias entre ambas ayudas y el momento en el que una persona sin trabajo debe solicitarlas.

Principalmente, el primer elemento diferenciador entre una prestación contributiva, más conocida como paro, y un subsidio por desempleo es la cotización alcanzada gracias a otras experiencias laborales. Para acceder a una prestación contributiva es necesario contar con una serie de días cotizados, en los subsidios por desempleo no se precisa este tiempo. También, para acceder a estas ayudas económicas, no se podrá contar con rentas superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional, es decir, todo aquello que se encuentre por debajo de los 750 euros, según la última subida del Gobierno.

Prestación contributiva, el paro

La prestación contributiva o el derecho a paro es una ayuda económica en el cual los trabajadores, que se encuentra en situación de desempleo, tienen que tener al menos 360 días cotizados en los últimos seis años antes de quedarse sin funciones laborales. Además, esta prestación se puede cobrar desde los cuatro meses hasta los dos años, como máximo y va desde los 527,24 euros hasta los 1.482,46 euros.

Su propia palabra lo indica, contributivo es todo aquello que se cobra en relación de lo que haya cotizado una persona, es decir, cuanto más tiempo cotizado, más dinero se percibirá. También, es importante el número de hijos que tenga a cargo dentro de su unidad familiar para acceder a una determinada cuantía. Principalmente, para solicitar la prestación contributiva por desempleo es necesario contar con el mínimo de días cotizados, 360, como también seguir las indicaciones y pautas marcadas por el SEPE.

Subsidios por desempleo

En cuanto a los subsidios por desempleo, solo podrán acceder a aquellas personas que no tienen el periodo mínimo cotizado o carece de rentas superiores al 75% del SMI para poder solicitar la prestación contributiva. Al igual, la cuantía económica es la misma para todos los demandantes, el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), 451,92 euros, a diferencia del sector agrario, cuya cifra se eleva hasta los 604,44 euros.

La duración es indefinida para las personas desempleadas mayores de 52 años, mientras que para cualquier solicitante serán las necesidades del demandante en las que encuentre durante ese momento. Únicamente, se debe pedir cuando no se alcance las cotizaciones suficientes para el derecho a paro, lo que es lo mismo cuando los ingresos económicos estén por debajo de los 723,75 euros.