El sector del transporte no se encuentra en su mejor momento, no solo por la huelga convocada el pasado lunes 14 de marzo, sino también por la falta de camioneros dispuestos a realizar miles de kilómetros al volante. Además, el cambio generacional es uno de los detonantes que propicia un menor interés por parte de los jóvenes, ya que “no es una profesión atractiva para ellos”, según reconoce el secretario general de Fenadismer (Federación nacional de Asociaciones de Transporte de España), Juan José Gil.

No obstante, el sueldo de un camionero puede rondar los 2.000 euros mensuales sin incluir dietas, pero no es un argumento que llame la atención al futuro relevo generacional, en el cual argumentan que el desgaste físico y mental es mucho mayor que en otras profesiones. “Pasas muchos días fuera de casa y muchas horas solo al volante. Se puede hablar por la emisora o hablar por teléfono con su familia, pero no deja de ser un trabajo muy individualizado. “Un viaje por Europa puede ser fácilmente de una semana. En el peor de los casos, hasta de dos semanas”, cuenta el secretario.

Además, es una profesión abarcada por el género masculino tanto en España como en la Unión Europea, en el cual un 2% de los trabajadores son mujeres, según recoge la Fundación Correll. “No lo haría ni por todo el oro del mundo. Al final, pierdes tu vida”, manifiesta Belén, entrevistada por El Español.

Medio millón de camioneros y 103.000 empresas de transporte

Según recoge Fenadismer, en nuestro país hay aproximadamente medio millón de camioneros y 103.000 empresas dedicadas al sector del transporte. Incluso, indican que en España se precisan alrededor de 15.000 conductores, aunque existen barreras económicas, como la consecución del permiso de conducir C, como también superar las pruebas de aptitud profesional, motivo que trastoca la intención de adentrarse en esta profesión. “Hay una primera barrera inicial del coste de acceso a la profesión. Tienes que obtener el permiso de conducir, que ya de por sí es caro, y el certificado de aptitud profesional”, señala Gil.

En las últimas décadas, el sector de transporte atraviesa un dumping social debido a que “empresas españolas y extranjeras se deslocalizan a países del este debido a que los salarios son mucho más bajos”, según explica Gil. También, cabe destacar que el estancamiento salarial desmotiva y hace menos atractiva esta profesión a los más jóvenes.